Cuando entra en el taller un vehículo con problemas en el turbo es muy importante identificar cuál es la avería. Es por eso que en Turbo 3 apostamos claramente por la formación en la diagnosis.
Lo primero que debemos tomar en consideración cuando entra un coche con problemas en el turbo es ver si existe rotura en el mismo o no para delimitar la posible causa de la avería.
Si el turbo no presenta rotura y hace ruido, nos encontramos en un caso de fuga, bien sea de gases por colector o EGR o de aire por admisión.
Si no hay rotura ni ruido, el problema es una falta de potencia en los turbos o electroválvula o en el actuador.
Por otro lado, si el turbo presenta rotura puede ser que expulse un humo blanco o azulado. Eso indica una falta de lubricación o un fallo en el sistema de aireación de los gases del motor.
En el caso que el turbo esté roto y además haga ruido, el diagnóstico indica que se ha producido una entrada de objetos por admisión o una salida de objetos por escape.
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