RO-DES enumera las piezas y recambios con fecha de caducidad

Sus recomendaciones permiten evitar que el desgaste o los posibles desperfectos comprometan la seguridad del vehículo.


La relación entre mantenimiento del vehículo y la posibilidad de sufrir un accidente está más que evidenciada, siendo imprescindible que el conductor entienda la importancia de conservar en el mejor estado posible todos los elementos que forman parte de su vehículo. Con el ánimo de ayudar a los automovilistas a mantener en perfecto estado la mecánica de sus coches, el Grupo RO-DES se ha apoyado en su experiencia en el reciclaje de vehículos fuera de uso y la recuperación de componentes, así como al conocimiento de los expertos del grupo, para efectuar un listado de los elementos del vehículo que tienen una durabilidad o vida útil más o menos definida.

RO-DES Recambios enumera las piezas y recambios con fecha de caducidad

¿Qué piezas del coche caducan?

Al igual que otros bienes y productos de consumo, muchos de los recambios que forman parte del automóvil tienen una vida útil determinada. En gran parte de los casos, la duración puede verse acortada si el estilo de conducción no es el correcto o en caso de no cumplir con las recomendaciones de mantenimiento que proporcionan tanto el fabricante como los expertos en mecánica del automóvil.

Jonathan Ruiz, responsable del departamento de ventas de RO-DES Recambios, explica que «un número considerable de vehículos que se desguazan tras haber sido declarados como siniestro, tienen los neumáticos en muy mal estado y seguramente esto haya sido un aspecto determinante en la gravedad del accidente. Son situaciones que podrían evitarse sabiendo qué piezas deben revisarse con mayor asiduidad y cuáles son los componentes que tienen una fecha de caducidad o duración determinada».

Por ello, es aconsejable conocer que hay repuestos específicos a los cuales hay que prestar atención de manera periódica, como por ejemplo:

  • La batería: Tiene una vida útil de entre cuatro a cinco años, dependiendo del uso del vehículo y del conductor en cuestión. Conviene revisar su estado de manera periódica y cambiarla cuando sea necesario.
  • El sistema de climatización: Su mal funcionamiento se refleja con malos olores, falta de potencia o dificultad para eliminar el vaho de las lunas. Hay que realizar una puesta a punto cada dos años y sustituir anualmente el filtro de habitáculo.
  • Limpiaparabrisas: Comprobar anualmente su estado y sustituirlos si es necesario. Se puede saber si están en mal estado por la deficiencia en la limpieza, irregularidades en la goma o si el cristal se empaña por fuera.
  • Catalizador: Generalmente, aguanta entre los 120.000 y los 400.000 kilómetros. Comprobar y sustituir este elemento una vez superada la distancia anterior, pues su mal funcionamiento genera la emisión superior de gases contaminantes y podría suponer un resultado negativo en la ITV.
  • Airbags: Esta pieza puede aguantar toda la vida útil del coche, en caso de no sufrir ningún accidente. Pero si el indicador del cuadro de mandos advierte de una incidencia relacionada con este sistema de seguridad, hay que acudir lo antes posible al taller.
  • Cinturones de seguridad: Generalmente, y al igual que los airbags, también mantienen su estado durante toda la vida útil del automóvil. Sin embargo, conviene revisarlos regularmente ya que se pueden identificar desgarros o un mal funcionamiento del anclaje.
  • Sistema de iluminación: Es uno de los elementos que más fallos acumula, por lo que se aconseja revisarlo regularmente. Si se desea y las ópticas son de fácil acceso, uno mismo puede cambiar las lámparas fundidas.
  • Neumáticos: Es el elemento que más desgaste sufre y el más importante en cuanto a seguridad, pues es la única vía de contacto entre el vehículo y la carretera. Deben estar siempre en un estado óptimo, revisándolos todos los meses y ajustado la presión si es necesario. Los neumáticos de un vehículo que no circule habitualmente deben ser revisados por un profesional como máximo a los cinco años y sustituidos a los diez años.

Otras piezas que requieren de especial atención

Aunque algunos de los elementos del vehículo no caducan, sí sufren desgaste y pueden tener una duración más o menos establecida. Por ello, conviene también prestar atención a:

  • Sistema de dirección: Conviene revisar la presión de los neumáticos, maniobrar el movimiento del coche y sustituir el líquido de dirección cada 60.000 kilómetros.
  • Sistema de inyección: Se aconseja sustituir el filtro de carburante cada 30.000 kilómetros y evitar apurar el depósito de combustible, manteniéndolo si se puede por encima del cuarto de su capacidad.
  • Bomba de agua: La calidad de los componentes del refrigerante, la frecuencia en su sustitución y la tensión de la correa que acciona la bomba pueden influir en el fallo de este elemento. Limpiarla cada 50.000 kilómetros, evitarla reemplazar el refrigerante por agua y, muy importante, sustituir también la bomba de agua en caso de hacer un cambio de la correa de distribución.
  • Sistema de embrague: Hay que evitar lo siguiente:
    • Dejar el pie en el embrague en semáforos o paradas.
    • Circular con el pie apoyado en el embrague.
    • No pisarlo hasta el fondo para cambiar de marcha.
    • No hacer caso de los ruidos que pueden provenir de este sistema.
    • En caso de avería o rotura del embrague, sustituir por completo el rodamiento, plato y disco, evitando así tener que repetir la inversión a corto plazo.
  • Sistema de trasmisión: Alargar su vida útil intentando cambiar el aceite de trasmisión (aproximadamente cada 50.000 kilómetros), evitando cargar en exceso el vehículo y, en los cambios manuales, no abusar del embrague.
  • Turbo: Evitar los acelerones en frío, elevar las revoluciones con el coche parado o en punto muerto, desconectar de golpe el motor, comprar aceites de baja calidad o no revisar su nivel y estado. También se debe sustituir a tiempo los filtros de aire y de aceite, así como vigilar el estado de los manguitos de refrigeración o del propio turbo.
  • Termostato: Comprobar regularmente los niveles de líquido refrigerante, que el indicador de temperatura no sobrepase con frecuencia los 70ºC ni supere los 90ºC, y hacer una buena limpieza y la correspondiente comprobación del estado del radiador.
  • Válvula EGR: Realizar su correcto mantenimiento subiendo de revoluciones el motor en velocidades cortas y con el motor caliente, así como realizando una correcta limpieza de la EGR al menos una vez al año o cada 7.000 kilómetros.
  • Tubo de escape: Evitar circular por caminos donde puedan rozar los bajos del coche, pueda haber sal en la carretera o piedras.

 

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