Philips ofrece su experiencia y conocimiento para evitar deslumbramientos

Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, muchos conductores aprovechan para cargar de kilómetros a sus vehículos y darle al coche un uso intensivo que les resulta poco frecuente durante el año. Eso incluye desplazamientos largos y, por supuesto, la conducción en franjas horarias en las que la ausencia de luz natural puede suponer un peligro si nuestro coche no se encuentra en las condiciones óptimas y provocamos (o recibimos) un deslumbramiento mientras conducimos.

Por eso, Philips comparte una serie de consejos destinados a evitar los deslumbramientos, un peligroso efecto que está detrás de muchos sustos y maniobras peligrosas en carretera.

Confía la revisión, reglaje y mantenimiento del sistema de iluminación de tu automóvil a tu taller de confianza al menos una vez al año, sin posponer la visita a sus profesionales más allá de lo necesario. Disponer de unos faros correctamente direccionados no solo nos ayudará a proyectar la luz en los puntos de la carretera donde realmente se necesita, sino también a no deslumbrar al resto de conductores.
Comprueba que los espejos retrovisores de tu coche están también bien alineados: contribuirás a eliminar puntos ciegos y a evitar el deslumbramiento producido por los vehículos que circulan por detrás de ti. Asimismo, acostúmbrate a utilizar la posición “nocturna” del espejo retrovisor interior de tu vehículo, que precisamente te ayudará a minimizar dicho riesgo.
Confía en lámparas de Calidad Original. A la hora de sustituir las bombillas, apostar por lámparas Philips es garantía de las más elevadas prestaciones y una duración óptima.
El cambio de lámparas, siempre en parejas. Es una práctica “saludable” en términos de seguridad vial de la que el automovilista no siempre es consciente. Por ello, Philips incide en los beneficios que tiene para taller y usuario el cambio de las bombillas por pares. Por un lado, garantizará unas condiciones óptimas de iluminación y visibilidad en carretera, sin que el haz de luz pueda quedar descompensado, y por otro, evitará que el usuario tenga que volver al taller en un breve lapso de tiempo, ya que la lámpara no sustituida tenderá a fallar en un corto período.
Vigila el estado de los faros de tu coche. Con el paso del tiempo, el desgaste producido por pequeños golpes y agentes externos como la radiación ultravioleta, pueden hacer que la visibilidad por la noche se reduzca hasta en un 40%. Confía su restauración a tu taller de confianza o descubre soluciones específicas como el Kit de restauración de faros delanteros HRK00XM de Philips, que te ayudarán a devolverles sus prestaciones originales. Es igualmente necesario limpiarlos de forma regular para evitar que la suciedad que se acumula sobre su superficie impida una adecuada proyección de la luz.
Además de limpiar los faros, es recomendable que el resto de superficies que se interponen entre nosotros y la carretera estén limpias. Por eso es necesario asegurarnos de que el parabrisas del coche está en buen estado de limpieza, por fuera y dentro, así como los cristales de nuestras gafas, que de estar arañadas también pueden empeorar los deslumbramientos. A tu paso por el taller, comprueba también que aún no ha llegado el momento de sustituir las escobillas limpiaparabrisas o que el barrido de la luna es el adecuado.
Usa de forma adecuada el sistema de iluminación de tu coche, adaptándote a las necesidades del entorno y a las circunstancias de la vía. Por ejemplo, tratando de no usar las luces de carretera cuando circulan otros automóviles en dirección contraria o si lo haces dentro de ciudad.
Visita a tu oculista. Es imprescindible cuidar la salud visual y recordar que las personas de mediana y avanzada edad son más sensibles a este fenómeno. Del mismo modo, las personas con ojos claros muestran una mayor sensibilidad a los deslumbramientos.
Utilizar gafas de sol, graduadas cuando sea necesario, pero nunca por la noche, puede ayudarnos a reducir el riesgo de deslumbramiento, la fatiga visual y la ceguera temporal.
Descansa, de manera frecuente, cuando circules de noche. Nada mejor que dejar reposar la vista un tiempo para recuperarte de los deslumbramientos.