La nueva movilidad cambiará la concepción del vehículo… también en la posventa

Electrificación, nuevas formas de movilidad, Inteligencia Artificial y conectividad… Todos estos conceptos están llamados a revolucionar la forma en que compraremos, venderemos y usaremos los vehículos en todo el mundo, si acaso no lo están haciendo ya.


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¿Tiene sentido comprarse un coche? Es la gran pregunta que muchos automovilistas se hacen en las ciudades, donde es posible que, al hilo de las crecientes restricciones a la circulación amparadas en las normas anticontaminación, la tendencia será, cada vez más, utilizar el automóvil como un servicio. Pero no. No parece claro que el automóvil vaya a dejar de formar parte de nuestras vidas en el corto-medio plazo.

Es cierto que el tiempo y el dinero que se pierde en los atascos o buscando sitio para aparcar, llevan a muchos usuarios a interesarse por alternativas como el Car-Sharing, Ride-Hailing o Car-Pooling, soluciones de «última milla» y transporte público. Pero también lo es que la dependencia del transporte privado, en cuanto nos alejamos del centro de la ciudad, es cada vez más notable debido a la inexistencia de otra alternativa al coche privado.

Por todo ello, para muchísimas personas la compra de un automóvil aún tiene y seguirá teniendo sentido pese a que su uso tenderá a ser combinado con otras alternativas de servicios de movilidad y tipos de vehículos.

¿Y… qué hacemos con el diésel?

La gran mayoría de la comunidad científica está de acuerdo en que el calentamiento global se debe a causas humanas, y que la emisión de CO2 por parte de los vehículos es uno de sus responsables directos. Por otro lado, la concentración creciente de seres humanos en las ciudades (en 2050, más del 60% de la población mundial vivirá en ciudades) obliga a tomar medidas para la mejora de la calidad del aire en estas zonas.

Los motores diésel emiten menos CO2 que sus equivalentes de gasolina, pero también pueden producir hasta 11,5 veces más Óxido de Nitrógeno (NOx), uno de los responsables de las dolencias respiratorias y cardiovasculares. Además, el escándalo del «Dieselgate» o distintas manifestaciones efectuadas desde la Administración contrarias al diésel no han favorecido a la popularidad de este tipo de motorizaciones que, sin embargo, pueden seguir ofreciendo alternativas eficientes para la movilidad. Así las cosas, y dado que los vehículos «Cero» aun tienen un sobreprecio y ofrecen una oferta poco diversificada, los clientes de los segmentos inferiores han vuelto su atención hacia soluciones de propulsión de gasolina o híbridas.

Por todo ello, es natural que los clientes tengan dudas sobre cuál es la mejor opción para sus necesidades de movilidad. Es precisamente en este punto sobre el que vamos a intentar aportar algo de luz a través de explicaciones simples y claras, en detrimento de definiciones exhaustivas que incluyan todos los escenarios existentes. Para ello, recurrimos a la opinión experta de Ricardo Oliveira, fundador de World Shopper y coordinador del estudio 2025 Automotive 360º Vision.

Ricardo Oliveira

Diésel: para rodadores

Si el futuro comprador utiliza su vehículo sobre todo en carretera, para hacer trayectos largos con pocas paradas, entonces el diésel es una buena opción. También lo es si se utiliza un vehículo específico, por ejemplo un furgón, segmento donde la oferta de otros propulsores sigue siendo escasa y su precio aún no es suficientemente competitivo.

Gasolina: para quien busca precio

Si la prioridad es conseguir un precio reducido a la hora de la compra y si las distancias a recorrer no son lo suficientemente largas para que compense adquirir un vehículo más caro que consuma una energía más barata, entonces la opción a considerar es la compra de un vehículo de gasolina.

Híbridos: electrificación sin restricciones

Si se busca la máxima economía en zonas urbanas -con la consiguiente reducción de emisiones- pero sin tener que estar pendiente de encontrar suficientes puntos de recarga eléctrica, o perder demasiado tiempo recargando, entonces se debe considerar la opción de un vehículo Mild o Full-Hybrid, que combina un propulsor de gasolina o gasóleo con uno o más motores eléctricos. En el caso del sistema Mild-Hybrid, el motor eléctrico no acciona las ruedas del vehículo, y en el Full-Hybrid la propulsión puramente eléctrica

se da en distancias y velocidades reducidas (dos o tres kilómetros). El Full-Hybrid logra obtener consumos inferiores y las maniobras se realizan casi siempre en modo eléctrico.

Plug-in Hybrids: varios vehículos en uno solo

Si queremos que el automóvil disponga de 20 a 50 km de autonomía 100% eléctrica para los desplazamientos diarios y, al mismo tiempo, mantener la conveniencia de utilizar un vehículo a combustión en viajes largos, entonces debemos tener en cuenta la solución del Plug-in Hybrid. Al igual que los Mild y Full-Hybrids, los Plug-ins combinan motores eléctricos con propulsores de gasolina o gasóleo, pero gracias a las baterías más grandes y a la posibilidad de cargarlas desde fuentes externas al vehículo, garantizan una mayor autonomía. Considerando los incentivos fiscales, y en el caso de los clientes empresa, la opción Plug-in Hybrid puede ser económicamente la más ventajosa en determinados segmentos de mercado.

Eléctricos: el urbano ideal

Los vehículos eléctricos proponen emisiones prácticamente nulas a nivel local, con impactos muy positivos en la calidad del aire que se respira en las zonas más congestionadas de las ciudades. En términos de CO2, su impacto también es muy inferior a los vehículos con motores de combustión, especialmente en los países donde la electricidad se produce a partir de fuentes renovables. Si la prioridad del conductor es el medio ambiente, si realiza la mayoría de sus desplazamientos en áreas urbanas o periféricas y tiene posibilidad de cargar el vehículo en «casa», la elección ideal puede ser el 100% eléctrico. Al igual que en los Plug-in Hybrids, la combinación de los incentivos fiscales con determinados modelos y perfiles de cliente puede hacer de los vehículos 100% eléctricos la mejor opción financiera.

Fuel-cell: todavía para unos pocos

Los Fuel-Cell son vehículos eléctricos capaces de producir energía eléctrica a bordo, lo que les garantiza autonomías y tiempos de abastecimiento idénticos a los de los vehículos dotados de motores de combustión. Esta producción de energía resulta de la reacción del hidrógeno con el oxígeno que tiene como única emisión vapor de agua. Las estructuras de abastecimiento de hidrógeno son hoy el mayor obstáculo al desarrollo a gran escala de esta solución. Sin embargo, hay necesidades de movilidad que pueden beneficiarse más temprano de la propulsión por celda de combustible, como es el caso de los transportes de mercancías de larga distancia que, típicamente, inician y terminan cada viaje en áreas industriales donde podrá ser más viable instalar estructuras de abastecimiento de hidrógeno.

La posventa del futuro

Todas estas opciones de movilidad, con sus respectivas tecnologías, están llamadas a configurar el futuro de la posventa: son los automóviles que generarán servicios de reparación y mantenimiento en nuestros talleres. ¡Que ya lo están haciendo! En este sentido, una vez más, es inevitable que el taller se forme para poder intervenir de manera adecuada sobre las distintas tecnologías de estos automóviles. Y no son pocas las novedades que ya están llegando al mercado -o están a punto de hacerlo- vinculadas a la electrificación y automatización de la conducción, por ejemplo, o de la mano de nuevas propuestas de movilidad. Nuevamente, recurrimos al fundador de World Shopper, Ricardo Oliveira, para asomarnos a ese futuro -y presente- inmediato del automóvil y lo que está por llegar.

Inteligencia Artificial y Conectividad

  • Distintas marcas trabajan en el desarrollo de nuevas baterías de estado sólido con una densidad energética de hasta tres veces las actuales de ión de litio. Estos acumuladores permitirán autonomías del orden de hasta 600 kilómetros (en vehículos del segmento C), con recargas en 15 minutos y mayor seguridad. El lanzamiento comercial llegará a partir de 2020.
  • Más constructores seguirán anunciando metas de electrificación para los próximos diez años. El sistema Mild Hybrid de 48 V -ya disponible en el Renault Grand Scenic Hybrid Assist, en varios modelos Suzuki y en la gama Audi A8- seguirá extendiéndose a más vehículos, principalmente en Europa. Hasta 2021, este sistema se adoptará masivamente para que los vehículos de combustión interna cumplan los objetivos de emisiones previstos, en una progresión similar a la del Start&Stop.
  • Entre los principales lanzamientos y desarrollos europeos de vehículos 100% eléctricos de 2018 tenemos: Aston Martin RapidE, Audi e-tron quattro, Jaguar I-PACE, Peugeot 208 BEV (concept), Hyundai Kauai EV, Kia Niro EV y Porsche Mission E (versión de producción).
  • Los motores diésel seguirán siendo una buena opción de compra, principalmente para vehículos más pesados que realizan un mayor número de kilómetros. En Europa, en los segmentos B y C, este tipo de propulsor tenderá a ser sustituido por motores a gasolina, híbridos y eléctricos.

Nuevos conceptos de movilidad

  • El formato original de Ride-Sharing consiste en una solución tecnológica que pone en contacto a conductores con plazas libres en sus automóviles y personas que buscan una solución de movilidad de un punto A a otro B. La equiparación de las plataformas de Ride-Sharing a servicios de transporte en Europa, podría reducir el ritmo del avance de este concepto inicial, pero estas plataformas seguirán siendo fieles a su ADN: perseguir incesantemente las oportunidades de la evolución tecnológica para proporcionar una solución de movilidad que responda a las nuevas necesidades de los clientes. Las inversiones del Ride-Sharing en el dominio de los Vehículos Autónomos es un ejemplo de este posicionamiento. Las empresas de taxi también pueden y, en algunos casos, ya están persiguiendo estas vías, pero claramente no tienen la actitud ni los medios de una empresa de tecnología. Además, la entrada agresiva de los OEM en los servicios de movilidad, con estructuras propias o a través de adquisiciones estratégicas, utilizando vehículos específicamente diseñados para el Ride-Sharing, provocará, hasta 2025, una fuerte transformación del taxi.
  • El Ride-Sharing –en su versión tanto individual como colectiva (Ride Pooling)- será una de las modalidades más rentables en el ámbito de los nuevos conceptos de movilidad. Además de GM, Ford, Grupo Volkswagen, Daimler y BMW asistiremos al lanzamiento de nuevos servicios de Ride-Sharing por parte de otros fabricantes.
  • En el Car-Sharing los márgenes siguen siendo muy pequeños y por eso los nuevos servicios de movilidad surgen de acuerdos entre proveedores de vehículos y nuevos actores de la movilidad, como es el caso de Zity, en Madrid, una alianza entre Renault y Ferrovial. De forma general, los fabricantes continuarán intentando ocupar el espacio de los nuevos conceptos de movilidad, como es el caso de la nueva fórmula Toyota Mobility Service.
  • Por otra parte, presumiblemente el renting crecerá en el segmento de los particulares y los productos financieros de «ciclo de cambio» serán cada vez más una opción de compra en propiedad.

Inteligencia Artificial y Conectividad

  • Se han seguido sucediendo pruebas de Vehículos de Conducción Autónoma de Nivel 5 (VCA L5). Estas pruebas seguirán teniendo lugar en ambientes controlados, lo que significa que tendremos VCA L5 que serán probados en las condiciones previstas para la circulación de VCA L4.
  • Poco a poco se llevarán a cabo las primeras pruebas de sistemas VCA desarrollados para su montaje en la posventa (por ejemplo X-Matik).
  • Cada vez más constructores adoptarán sistemas de control de voz asistidos por inteligencia artificial. BMW dispondrá de Alexa en todos los modelos BMW y MINI del Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. Daimler también ampliará el Ask Mercedes a varios mercados.

 

motorok

 



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