El metanol es un alcohol que se ha utilizado tradicionalmente en la formulación de lavaparabrisas, ya que contribuye a la limpieza al mismo tiempo que reduce el punto de congelación de la solución limpiadora. Sin embargo, a principios de mes entró en vigor el nuevo Reglamento (UE) 2018/589 que prohíbe los líquidos lavaparabrisas con metanol en una concentración igual o superior al 0,6% en peso.
Adelantándose a las exigencias de esta normativa, desde principios de 2019 Krafft ya no fabrica ningún lavaparabrisas con metanol, sustituyendo este compuesto químico por otros alcoholes permitidos. Así, su gama de productos incluye un lavaparabrisas tradicional, otro con propiedades desengrasantes (aguanta temperaturas de hasta -6°C), el lavaparabrisas con tratamiento anti-lluvia Rain-X y, para condiciones climatológicas más extremas, un químico con tratamiento anti-lluvia que aguanta temperaturas de hasta -20°C, una novedad en el catálogo de Krafft.
Todos los lavaparabrisas de la empresa se caracterizan por proporcionar un fuerte poder de limpieza frente a manchas de barro, mosquitos o grasa, además de tener una fragancia fresca y agradable. Los que además incorporan el tratamiento anti lluvia, proporcionan una mayor visibilidad en condiciones de lluvia, nieve o granizo.
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