Euromaster comparte las cuatro piezas del sistema de frenado que siempre hay que vigilar

La red de talleres incide en la necesidad de revisar regularmente el estado de las pastillas, los discos, los latiguillos y el líquido de frenos.


Los frenos son el sistema de seguridad activa más importante en un vehículo y, de forma concreta, el ABS ha logrado salvar miles de vidas en las últimas décadas. Por este motivo, la re de talleres Euromaster ha querido identificar las cuatro piezas del sistema de frenado que siempre conviene vigilar, indistintamente de que el vehículo sea coche o moto. Y es que, además de evitar un accidente, también permitirá ahorrar un «susto» económico en forma de averías de hasta 1.500€.

cuatro piezas del sistema de frenado que vigilar para evitar averías caras

Así, dentro del sistema de frenado, el buen estado del líquido de frenos es un elemento que, en ocasiones, pasa inadvertido. Este líquido absorbe humedad y sus propiedades específicas permiten la no oxidación de las partes metálicas por donde circula, además de cuidar las partes de caucho y de goma por las que también fluye.

Por todo ello, desde Euromaster recomiendan una tarea sencilla como es el purgado del líquido de frenos (con un coste de entre 30-60€ en una moto y entre 40-80€ en un coche), por el que todo el circuito recibe de forma correcta un fluido libre de oxígeno, lo que evita la posible oxidación y, lo más importante, una avería de lo más grave que implica la sustitución del cuerpo del ABS, con un coste nada desdeñable de 1.500€.

El segundo componente del sistema de frenado que conviene vigilar son las pastillas. Al respecto, conviene revisarlas de forma periódica. El precio de su sustitución, en el caso de que estén en mal estado, suele oscilar entre los 80-150€. Si su cambio no se hace a tiempo puede dañar al tercer componente clave, los discos, cuya sustitución de media implica un coste de entre 200-350€ por eje.

La cuarta pieza que también hay que vigilar son los latiguillos. Se trata de un componente sencillo de revisar y de sustituir, con un coste de entre 30-70€. Si un latiguillo se rompe, el vehículo perderá el líquido de frenos, algo que puede tener consecuencias de los más peligrosas ya que el vehículo se queda automáticamente sin frenos. Por este motivo, es crucial revisarlos al menos una vez al año y, ante cualquier grieta o fisura, sustituirlos.

Por último, desde Euromaster recomiendan que al mínimo síntoma de posible fallo en el sistema de frenado (pedal del freno con un tacto esponjoso, sonidos o chirridos metálicos al frenar, etcétera), la opción más inteligente es llevar el vehículo al taller donde un profesional cualificado puede detectar el posible problema.

 

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