La exposición a aceites usados y a las emisiones de motores diésel en los entornos laborales es, desde 2021, un factor de riesgo por ser considerados agentes cancerígenos. Desde la Federación Española de Empresarios de talleres de Automoción (CONEPA) y sus asociaciones miembro están realizando una campaña informativa específica para minimizar los riesgos de estos agentes entre los profesionales de la reparación y mantenimiento de vehículos.
El uso de guantes y una buena ventilación son las principales medidas preventivas para preservar la salud de los trabajadores del taller que están en contacto con los citados agentes. En sus consejos, la patronal trata de manera separada los dos tipos de riesgo y lo hace en varios epígrafes: efectos para la salud, evaluación de la exposición, control de la misma, medidas higiénicas y vigilancia de la salud.
Exposición a aceites usados en motores
- Efectos para la salud
La principal vía de exposición, y con la que se relacionan las principales patologías o efectos adversos, es la vía dérmica. Cuando la piel se impregna con aceites de motor usados, ya sea directamente o por contacto con ropa manchada, se pueden producir irritaciones y reacciones alérgicas. También, se ha observado eczema, exceso de grasa en la piel y acné. Se ha demostrado que la exposición por vía dérmica a los aceites de motor usados puede causar cáncer de piel; también en el escroto (enfermedad rara asociada únicamente a exposiciones laborales).
- Evaluación de la exposición
Identificado el riesgo, se procede a eliminarlo o a evitar la exposición. Si no se puede evitar, habrá que evaluarlo para establecer las medidas preventivas a implantar y reducir la exposición tanto como sea posible. Dicha evaluación deberá realizarla el Servicio de Prevención Ajeno del taller.
- Control de la exposición
- Reducir la exposición a un nivel tan bajo como sea posible.
- Las personas que trabajen con aceites de motor usados deben evitar todo contacto directo con el aceite.
- Establecer protocolos de descontaminación: en caso de impregnarse accidentalmente la ropa de trabajo, retirarla inmediatamente y lavar con agua y jabón la piel que se haya podido impregnar.
- El tiempo juega un papel importante. El riesgo disminuye considerablemente cuando el aceite usado se lava antes de una hora, a partir del momento del contacto.
- Evitar guardar trapos o papeles absorbentes manchados en el bolsillo.
- Equipos de Protección Individual (EPI):
- Uso de guantes y gafas de protección o pantallas faciales en las que pueda haber contacto con la piel y/o salpicaduras.
- Uso de guantes: fabricados con un material impermeable (vinilo o nitrilo), deben cubrir toda la superficie de la mano. Deben ser colocarlos sobre las manos limpias y secas. No deben llevarse los mismos guantes durante demasiado tiempo. Se deben limpiar los guantes antes de su retirada. Es importante retirar los guantes sin tocar la superficie exterior. Se aconseja utilizar crema protectora después del uso de guantes y con las manos limpias. Antes de volver a utilizarlos (si son reutilizables), se deben dejar que se sequen en su interior. Solo se deben reutilizar los guantes solo si no presentan desperfectos, grietas o desgarros.
- Medidas higiénicas
- No comer, beber y fumar en el taller.
- Proveer de ropa de protección adecuada.
- Disponer de lugares de trabajo separados para guardar la ropa de trabajo y la de calle.
- Disponer de un lugar determinado para almacenar los EPI, verificar que se limpian y se comprueba su buen funcionamiento.
- Disponer de retretes y cuartos de aseo apropiados y adecuados.
- Lavarse la piel cada vez que se produzca un contacto con el aceite.
- El empresario se responsabilizará del lavado y descontaminación de la ropa de trabajo, y está prohibido que los trabajadores se lleven dicha ropa a su domicilio.
- Una piel deshidratada, agrietada o con heridas, favorece la entrada del agente químico por esta vía. Por lo tanto, es importante cuidar la piel como barrera protectora que constituye.
- Vigilancia de la salud
- El empresario tiene la obligación de ofrecer anualmente a sus trabajadores la realización de los reconocimientos médicos. Estos pueden aceptar o renunciar.
- El personal sanitario responsable deberá adoptar el protocolo de vigilancia sanitaria específica de dermatosis profesionales.
- Es recomendable que los trabajadores exploren su piel con frecuencia y avisen al servicio médico en caso de alteraciones cutáneas.
Exposición a emisiones diésel
- Efectos para la salud
Una exposición a corto plazo (aguda) a concentraciones elevadas de emisiones de motores diésel puede producir irritación de las vías respiratorias, de los ojos, dolor de cabeza, mareos, náuseas y síntomas de inflamación de las vías respiratorias, variables entre individuos y de carácter transitorio.
Cuando se da una exposición a largo plazo (crónica), se pueden producir efectos más graves como inflamación pulmonar, exacerbación de la respuesta alérgica, afecciones cardiovasculares y cáncer de pulmón. Así mismo, puede agravar patologías previas de tipo cardiovascular o respiratorio.
También existen evidencias limitadas que relacionan la exposición a estas emisiones con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de vejiga urinaria.
- Evaluación de la exposición
Identificado el riesgo, se debe proceder a eliminarlo o evitar la exposición. Si no se puede evitar, habrá que evaluarlo para establecer las medidas preventivas a implantar y reducir la exposición tanto como sea posible. Dicha evaluación deberá realizarla el Servicio de Prevención Ajeno del taller.
- Control de la exposición
- Cerramiento del proceso: consiste en evitar la dispersión del agente al aire que respira el trabajador mediante la instalación de sistemas de aspiración localizada y extracción forzada.
- Reducir la exposición a un nivel tan bajo como sea posible.
- Establecer procedimientos que indiquen instrucciones de apagado de aquellos motores que no sean imprescindibles.
- Realizar el calentamiento de los motores en el exterior del centro de trabajo o en lugares bien ventilados. Se sabe que los motores fríos generan una mayor cantidad de hidrocarburos no quemados o parcialmente quemados.
- Extracción localizada: se pueden utilizar sistemas de extracción, portátiles o en forma de tuberías flexibles, que se sitúen en los tubos de escape de los vehículos evitando que las emisiones se propaguen por el taller.
- Ventilación general: ayuda a diluir la concentración de las emisiones de motores diésel.
- Separación de lugares de trabajo: Mediante elementos físicos y sistemas de ventilación con el objetivo de no exponer a aquellos trabajadores que no tengan que realizar operaciones sobre el vehículo con el motor encendido.
- Equipos de Protección Individual (EPI):
- Antes de usar EPI, se deben haber adoptado las medidas anteriores.
- El tipo de EPI se determinará en la evaluación de riesgos que realice el Servicio de Prevención Ajeno.
- Usar filtros para gases en la protección respiratoria (no sirven los filtros de partículas).
- Muy importante los procedimientos de limpieza y mantenimiento (seguir las instrucciones del fabricante).
- Se debe facilitar un lugar adecuado para guardar los EPI.
- Vigilancia de la salud
- El empresario tiene la obligación de ofrecer anualmente a sus trabajadores la realización de los reconocimientos médicos. Estos pueden aceptar o renunciar.
- El personal sanitario responsable deberá adoptar el protocolo de vigilancia sanitaria específica de dermatosis profesionales.
- Importante: consultar a los trabajadores si sufren molestias relacionadas con la irritación de los ojos o de las mucosas, mareo o tos en el trabajo. Estos síntomas son indicativos de una posible exposición a concentraciones altas de emisiones de motor diésel en el trabajo.
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