El Barómetro de Electromovilidad para el segundo trimestre de 2023 de la asociación Anfac vuelve a evidenciar que España avanza en la movilidad eléctrica, pero lejos del ritmo europeo. De abril a junio, el indicador global de electromovilidad para España (que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público) aumentó un punto, obteniendo una valoración total de 12/100. En cambio, la media europea ya se sitúa en 25/100, con una mejora en el indicador de 1,5 puntos en el segundo trimestre.
Desde Anfac se resalta el ejemplo de Portugal que, con un crecimiento de más de dos puntos, se posiciona muy cerca de la media europea y se distancia de la cola de Europa, encabezada por España e Italia. Las políticas lusas entorno al vehículo electrificado con una fiscalidad orientada a incentivar la adquisición de estos automóviles, especialmente para las empresas, y de un sistema de información y despliegue rápido y eficiente para el desarrollo de infraestructura de recarga, han permitido una notable mejora en su indicador global.
Respecto al indicador global por CCAA, Madrid, Navarra y Cataluña se mantienen en la cabeza del ranking. Cabe destacar el crecimiento de Asturias de 1,9 puntos tras mejorar tanto en mercado como en infraestructura, lo que le permite acercarse a la media nacional.
Necesidad de acelerar para alcanzar la media europea
En el segundo trimestre de 2023, el indicador de penetración del vehículo electrificado obtuvo una valoración media de 18,9 puntos, que representa un crecimiento de 1,5 puntos sobre el trimestre anterior. Si bien logró un crecimiento equiparable al aumento de 1,8 puntos registrados en la media europea, todavía se mantiene muy lejos de los 38,7/100 que obtuvo el conjunto europeo, situando a España 20 puntos por debajo.
España ocupa las últimas posiciones del ranking, muy lejos de países lideres como Países Bajos, Alemania y Reino Unido. Dentro del indicador volvió a destacar Portugal, que logró un crecimiento de 4 puntos, hasta los 39,2/100 de valoración general.
Durante el primer semestre del año, España matriculó un total de 55.544 turismos electrificados (BEV+PHEV), mejorando los registros del año anterior. Esta cifra queda todavía muy lejos del objetivo de 190.000 ventas de este tipo de vehículos para todo el ejercicio 2023. Un objetivo necesario para cumplir con las exigencias de reducción de emisiones impuestas por Bruselas.
Respecto al contexto nacional, todas las regiones mejoraron sus registros, siendo Madrid, Navarra e Islas Baleares las que se situaron en la cabeza del ranking nacional y consiguieron los mayores crecimientos durante el segundo trimestre. A pesar de la mejoría, ninguna CCAA superó la media europea.
La infraestructura pública de recarga evoluciona muy lentamente
En el segundo trimestre del año, España no consiguió salir de los puestos de cola del desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público en el ranking de Europa. Según el indicador de infraestructura de recarga, España logró crecer apenas 6 décimas, obteniendo un total de 5,1/100 y situándose antepenúltima en el ranking del continente.
De todos modos, el ritmo de desarrollo en Europa también es lento, tal y como refleja el Barómetro de Electromovilidad de Anfac. En el segundo trimestre, la media europea logró una valoración de 11,2 puntos, con un aumento de 1,1 puntos. Solamente los países del norte de Europa, como Países Bajos y Noruega lograron destacar por encima del resto obteniendo valoraciones que superan los 50 puntos.
A nivel nacional, el ranking lo lideró Castilla y León con 8,2/100, pero son Asturias y Castilla-La Mancha, con aumentos de 2 y 1,2 puntos respectivamente, los que lograron una mayor mejora en este periodo.
Nuevos puntos de recarga, pero de baja potencia
Durante el segundo trimestre se pusieron en marcha 2.517 nuevos puntos de recarga de acceso público, lo que para este 2023 suma 4.632 nuevos puntos. Aunque el ritmo de crecimiento se mantiene respecto al trimestre anterior, situando el total para el territorio nacional en 22.760 puntos, todavía la infraestructura de recarga de acceso público se mantiene muy lejos, tanto en número como en potencia instalada, del objetivo de 45.000 puntos de recarga necesarios este año y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados.
Del total de la nueva infraestructura de recarga instalada en el segundo trimestre, 1.843 puntos de recarga tienen una capacidad inferior o de hasta 22 kW. Es decir, que el 73% del crecimiento de puntos se produce en este rango de potencia baja. Actualmente, solo el 4% de la red nacional de recarga de acceso público (875 puntos) es de potencia superior a 150 kW. Tal y como se remarca desde Anfac, «es necesario progresar en el desarrollo, no solo de una capilaridad a lo largo del territorio, sino de alta potencia que permita cargas rápidas. Tan importante es la capilaridad como la calidad de los puntos de recarga de acceso público. El despliegue de este tipo de infraestructuras de alta potencia, que permite recargas similares a la experiencia de repostaje de un vehículo de combustión interna, es esencial para el desarrollo del vehículo eléctrico y absolutamente prioritaria para la movilidad eléctrica con vehículos pesados».
Las dificultades administrativas en el proceso de instalación y puesta en marcha se ven reflejadas en los 6.475 puntos que se encuentran fuera de servicio, debido fundamentalmente a que no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica o por encontrarse en mal estado o averiados.
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