Suspensión y dirección, las tecnologías protagonistas de la «Causa ASER» de marzo

El grupo de distribución de recambios y servicios arranca el tercer mes del año con nuevos protagonistas para su campaña «12 Causas».


¿Sabías que unos amortiguadores en mal estado implican aumentar la distancia de frenado hasta en un 35%? ¿O que del estado del sistema de dirección dependen otros sistemas directamente relacionados con la seguridad, como los neumáticos? En marzo, el Grupo ASER pone en marcha su «tercera Causa», vinculada esta vez a las tecnologías de suspensión y dirección. El grupo de distribución de recambios cuenta para esta iniciativa comunicativa con la colaboración de ‘Elige calidad, elige confianza’, iniciativa que agrupa a los principales fabricantes de componentes de automoción.

12 causas ASER suspensión y dirección

La suspensión

Junto con los muelles y otros elementos del sistema de suspensión (como barras y vieletas), el amortiguador se utiliza para ayudar a los neumáticos a mantenerse adheridos al suelo y evitar que las irregularidades del terreno se transmitan dentro del vehículo.

Buscando la seguridad y el confort dentro de la cabina, los muelles son los encargados de absorber los impactos del terreno y los amortiguadores, de disminuir rápidamente el movimiento de los muelles, controlando sus movimientos para evitar que continúen oscilando (o rebotando) y garantizar así el control sobre el vehículo.

Los amortiguadores son, básicamente, bombas de aceite. El amortiguador es, a través del neumático, el nexo de unión entre el chasis del vehículo y la carretera. Cada amortiguador consta de una carcasa anclada al vehículo (zona superior del chasis) que tiene un eje y un pistón en su extremo inferior, y otra interna que va fijada al lado opuesto (zona inferior, o de la rueda). En ellas hay dos tubos de acero: el exterior (o de reserva) que está lleno de aceite, y el interior (o de compresión).

El pistón funciona contra el fluido hidráulico en el tubo de presión. A medida que la suspensión se desplaza hacia arriba y hacia abajo, el fluido hidráulico es forzado a través de pequeños orificios ubicados en el interior del pistón. Unos orificios que, al ser muy pequeños, dejan pasar solamente una pequeña cantidad de fluido, lo que reduce la velocidad de movimiento del pistón y, a su vez, la velocidad de movimiento de los resortes y de la suspensión.

Cuando el amortiguador está demasiado rígido/duro, aunque haya un aumento de la estabilidad, se reduce el confort; si está demasiado blando, la sensación de confort va en detrimento de la seguridad, pudiendo perder el control del vehículo. Por eso es tan importante mantener los amortiguadores en buen estado (ASER recuerda revisarlos cada 20.000 km y cambiarlos entre los 65.000 y los 90.000 km, y siempre por ejes y no por unidades) y no escatimar en el empleo de marcas de calidad.

La dirección

El sistema de dirección tiene la misión de orientar las ruedas delanteras para que el vehículo tome la trayectoria deseada por el conductor. De él dependen otros elementos, como la alineación de las ruedas delanteras, el desgaste uniforme de los neumáticos y la estabilidad del vehículo (tanto en curva como al frenar). Existen otros elementos también interrelacionados con la dirección, como el sistema de suspensión y los neumáticos.

Para que el conductor no tenga que realizar esfuerzo en la orientación de las ruedas, el vehículo dispone de un mecanismo desmultiplicador en los casos simples (especialmente coches antiguos) o de un servomecanismo de asistencia. En los vehículos actuales, este servo se sustituye por sistemas electrohidráulicos, eléctricos o electrónicos.

La reparación de estos sistemas requiere conocimientos y equipos adecuados. Por ello, desde ASER recomiendan acudir siempre a un taller de confianza que garantice un nivel óptimo en el cambio de las piezas. Asimismo, el grupo de distribución anima a exigir al automovilista marcas de fabricantes de primer nivel, puesto que son las únicas que cumplen los estándares originales y garantizan seguridad, suavidad y precisión al volante.

  • Sistemas de dirección electro-hidráulica y de dirección totalmente eléctrica: son más sofisticados, gobernados por unidades electrónicas y requieren de conocimientos y equipos adecuados.
  • Recambios provenientes de fabricantes OE: garantizan una calidad y funcionamiento adecuados.
  • Re-fabricación de cremalleras y bombas de dirección: deben estar realizadas por factorías que cumplan con los estándares originales, ya que solamente así se puede asegurar el mejor funcionamiento.
  • En las cremalleras de dirección, todos los componentes (excepto la carcasa principal y el eje) se reponen completamente nuevos. La carcasa principal y el eje se comprueban con sistemas sofisticados de láser.

 

aser

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