Dos de cada diez coches que circulan actualmente en España presentan deficiencias en el sistema de frenos, según datos de la iniciativa “Elige calidad, elige confianza” (ECEC), impulsada por Sernauto. Ante esta situación, Euromaster recomienda prestar atención a ciertos síntomas que podrían revelar un mal funcionamiento en este componente esencial para la seguridad.
La compañía identifica tres señales claras:
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Cambios en el tacto del pedal del freno, ya sea más duro o más blando de lo habitual, lo que puede indicar la necesidad de cambiar el líquido de frenos.
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Ruidos y vibraciones al frenar, síntoma habitual de deformación en los discos.
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Distancias de frenado más largas, que podrían estar relacionadas con el desgaste o cristalización de las pastillas de freno.
Además, Euromaster recuerda que un sistema de frenos en mal estado es especialmente peligroso tanto en entorno urbano como en carretera, por lo que revisar líquido, pastillas y discos a partir de los 20.000 kilómetros es clave para garantizar un funcionamiento óptimo.
Componentes principales del sistema de frenado:
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Líquido de frenos, encargado de transmitir la presión del pedal a los cilindros de las ruedas.
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Pastillas, responsables de frenar mediante la presión contra los discos.
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Discos de freno, que detienen el vehículo por fricción con las pastillas.
Euromaster insiste en que una revisión periódica evita sorpresas y mejora significativamente la seguridad.
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