CETRAA y CONEPA llevan la formación continua del taller al Parlamento

Creada en plena pandemia, la Alianza para la seguridad Vial la integran más de 30 entidades (entre asociaciones y empresas privadas) en búsqueda de dos objetivos: reducir los riesgos por la siniestralidad en las vías públicas y fomentar nuevas formas de movilidad más sostenibles. A raíz de un encuentro de esta Alianza con miembros de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso el pasado 7 de mayo, y de una reunión previa que, junto con representantes de las patronales de talleres CETRAA y CONEPA, se mantuvo el 9 de marzo con el PP, dicho grupo parlamentario presentó a finales del pasado mes de septiembre una Proposición no de Ley sobre la Renovación del Parque Móvil que incluye en su sexto punto la formación continua del taller español. En concreto, el punto hace alusión a la necesaria capacitación de los profesionales de la reparación y el mantenimiento de vehículos para adaptarse a los cambios tecnológicos en el automóvil y a los nuevos modelos de negocio.

CETRAA y CONEPA llevan la formación continua del taller de vehículos al Parlamento

Aunque fue la Alianza la impulsora de dicha propuesta legislativa, la génesis del documento final se someterá a debate próximamente en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso. En el apartado específico relativo a la necesidad de una actualización en cuanto a la formación y capacitación de los profesionales del taller, ambas instituciones representantes de los talleres insisten en que es crucial que las administraciones entiendan que, antes de que los futuros coches circulen por las vías, tiene que haber profesionales de la reparación que puedan repararlos; es decir, que es necesario anticiparse a la situación y mejorar y actualizar previamente los contenidos a impartir en la Formación Profesional.

Por otra parte, en el documento se traslada también la gran importancia del mantenimiento del parque envejecido. En este sentido, las dos patronales insisten en la trascendencia positiva de la implantación de una «cultura del mantenimiento preventivo», más descuidado por los propietarios de los vehículos de mayor edad, como herramienta eficaz para mejorar la seguridad vial.