Las patronales de talleres CETRAA y CONEPA, que a finales de enero firmaron una alianza para la defensa común de los intereses del sector, han enviado al Gobierno un paquete de medidas que ayuden a reactivar el sector de la reparación. Los talleres reclaman, en esencia, un trato justo que además se han ganado a pulso con una encomiable labor desde que se decretó el estado de alarma en España.
Imposibilitados a prestar sus servicios al «público en general», los talleres de vehículos han limitado su actividad a los pocos vehículos cuya movilidad está permitida por su carácter esencial. En base a la información trasladada por sus asociaciones, ambas patronales estiman que la caída de la actividad a raíz del estado de alarma ha provocado un desplome en su facturación del 95%.
Por todo ello, ambas han elaborado un documento que presenta diversas propuestas urgentes para impulsar la actividad de los talleres y la posventa de automoción. El texto, ya en manos de la Administración, contempla, como aspectos prioritarios:
- Medidas de carácter sanitario: priorizando la salud de trabajadores y clientes, con el objetivo de conseguir lograr el aprovisionamiento de material de protección y con la seguridad de que este cumple con los requisitos necesarios para su función.
- Propuestas para mejorar la capacidad de financiación de los talleres y flexibilizar sus obligaciones tributarias durante 2020.
- Medidas de carácter laboral y de Seguridad Social destinadas a:
- Autónomos: suspensión de la cuota del mes de mayo, establecimiento en general de una tarifa plana de 100 € por un plazo de seis meses desde la finalización del estado de alarma y prolongación de la prestación por cese de la actividad en caso de disminución de la facturación tras el estado de alarma.
- Trabajadores: mantenimiento de los ERTEs por fuerza mayor y bonificación en las cotizaciones con un compromiso de mantenimiento del empleo durante un periodo de un año.
Tanto CETRAA como CONEPA coinciden en señalar que, en las actuales circunstancias, se debería cambiar la actual tendencia de penalizar a nivel fiscal el uso del automóvil a través de medidas fiscales que fomenten el mantenimiento responsable y la transformación de los mismos, así como su utilización.
Con estas medidas, se garantizaría tanto la prevención de contagios como la seguridad vial y la preservación del medio ambiente, así como el cumplimiento de los objetivos europeos de minimización de residuos al alargar su vida útil.
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