NGK Spark Plug saca pecho por su red de producción global

El crecimiento en un mercado cambiante es un desafío para cualquier negocio, también en el del aftermarket de automoción. Para NGK Spark Plug, proveedor de piezas para el automóvil y cerámicas técnicas a nivel mundial, una de las fortalezas de su trayectoria pasada, presente y futura es, sin duda, su red de producción global.

Como confirma Damien Germès, presidente de la región EMEA y CEO de NGK Spark Plug Europe: «Nuestra red de producción ofrece creación de valor añadido al mundo. No solo estamos trabajando para expandir nuestra participación de mercado, también estamos contribuyendo a una sociedad sostenible mediante el desarrollo de productos relacionados con el medio ambiente, la energía, los vehículos de próxima generación y el campo médico».

NGK emplea a casi 16.000 personas en 41 filiales, tiene cuatro centros técnicos y numerosas oficinas de ventas repartidas en 21 países del mundo. Pero su activo de capital clave es una red en continuo crecimiento de 29 plantas de producción, con una impresionante capacidad anual de alrededor de mil millones de bujías vendidas en más de 160 países.

Desde esa base, la compañía se ha convertido en un especialista en sensores y piezas de encendido líder que suministra tanto a Equipo Original (OE) como al recambio independiente (IAM). Gestionados por su unidad de negocio de Componentes Automotrices, estos mercados generaron el 80% de las ventas netas de la compañía en 2018. La empresa también destaca en tecnologías cerámicas de vanguardia para aplicaciones tales como ordenadores, comunicación óptica, redes inalámbricas, equipos médicos, espaciales o aeronáutica.

Global… pero local

La extensa infraestructura que NGK Spark Plug ha creado para suministrar sus productos combina la capacidad global con el conocimiento y flexibilidad localizados. Sus plantas y sucursales se encuentran cerca de los principales clientes de equipos originales, y es allí donde se fabrican internamente la mayoría de sus piezas (incluyendo la generación de muchas materias primas). En la mayoría de estos lugares se fabrican múltiples referencias de bujías, para garantizar una disponibilidad geográfica óptima. Sin embargo, ciertos artículos especializados, como los aisladores, son producidos principalmente por la compañía en Japón y ensamblados localmente.

«Nuestra red de fabricación y ventas internacional, aunque regional, significa que podemos producir una alta calidad constante y responder a las expectativas del rápido desarrollo de nuestros clientes en cualquier parte del mundo», continúa Damien Germès.

Valor añadido

Las técnicas de fabricación de NGK Spark Plug están en los niveles más altos de toda la empresa, con la robotización como parte de ella. «Nuestros sistemas están en continua evolución. Ya usamos robots de transferencia automática e inspección de imágenes cuando corresponde. También podemos incorporar inteligencia artificial (IA) e Internet de las cosas (IoT) para aumentar la conectividad entre nuestras máquinas y hacer un uso avanzado de los datos que generan», revela Germès.

La mayoría de sus plantas están certificadas según la norma ISO 9001: 2015, ISO TS 16949 y el estándar Industry Automotive Task Force IATF16949. El concepto de calidad también es impulsado por los empleados gracias a una filosofía corporativa compartida conocida como «Nittoku Way» y que anima a los empleados a dar lo mejor de sí mismos a diario.

El enfoque medioambiental de la empresa es igualmente fundamental en sus plantas. Además de contar con la certificación ISO 14001: 2015, que verifica su responsabilidad medioambiental, la empresa cuenta con una política de todo el grupo para garantizar una conservación medioambiental sistemática y efectiva.