Es posible que un cliente llegue al taller indicando que el vehículo le tiende a subvirar o vibrar, o bien que el volante tiembla. En tal caso, es muy probable que sea necesario realizar una alineación de la dirección.
Causas del mimbreo o vibración
Ante esta circunstancia, el vehículo genera un mimbreo o vibración que genera pérdidas de estabilidad y resta control en la dirección. Esto provoca inseguridad en el conductor, ya que percibe una sensación de flotabilidad del vehículo. La imprecisión en la dirección le obliga a corregir el volante hacia un lado u otro.
En ocasiones, la aparición de estos problemas llegan por el mal equilibrado de las llantas. ¿Motivos? La pérdida de un plomo, haber subido un bordillo de manera brusca, haber cogido un bache, tener algún componente en mal estado o que la presión de los neumáticos no sea la adecuada.
Para solucionar estos incidentes, es necesario realizar una alineación de la dirección. Este trabajo de taller también recibe el nombre de geometría o paralelismo.
¿Cómo se realiza la alineación de la dirección?
El proceso es sencillo pero que requiere de una gran destreza. En condiciones normales, esta actuación conlleva apenas una hora de trabajo. Pero, por lo general, dependerá de la «calidad de vida» que haya llevado el vehículo.
Preliminares
Antes de empezar, es necesario llevar a cabo una serie de actuaciones previas para garantizar una labor exitosa. En primer lugar, se debe corregir la presión de los neumáticos, adaptándola a los valores recomendados según el fabricante. Es importante, en esta fase, visualizar el estado de los neumáticos y comprobar qué tipo de desgaste sufren. En función del tipo de desgaste, podremos prever el tipo de regulación que se debe realizar:
- Desgaste de los neumáticos por el interior y por el exterior, señal de que se ha circulado con baja presión.
- Desgaste por el centro, que evidencia que se ha circulado con una presión excesiva.
- Cuando se desgastan por el interior o bien por el exterior (no a la vez) es posible que algún elemento de la dirección esté dañado.
- Es posible que los neumáticos estén taqueados, es decir, que presenten un desgaste irregular en forma de dientes de sierra; las causas más probables de este daño son el mal estado de la suspensión o amortiguación o un reglaje geométrico incorrecto.
Por todos estos posibles desgastes en los neumáticos, será necesario realizar el equilibrado de ruedas y comprobar el estado de los amortiguadores. La última actuación que debemos realizar antes de empezar es comprobar el estado de las rótulas de las barras de acoplamiento, que pueden haber adquirido holgura. En este caso, será necesario la sustitución de las mismas.
Proceso de alineación de la dirección
El proceso de alineación de la dirección requiere de un sistema especializado para tal fin. Consiste en cuatro captadores (niveladores) y un software informático para visualizar las cotas actuales del vehículo.
Se deben colocar los cuatro captadores en las llantas del vehículo, situado en un elevador que asegure su correcta posición. El software, además de ofrecer la lectura de los valores de los ángulos relativos a los ejes del vehículo, también da los valores nominales recomendados por el fabricante. De este modo, se pueden ajustar dichos valores mediante las excéntricas situadas en la barra de acoplamiento o cremallera de la dirección.
Para que la medición sea exacta, deben ajustarse el eje delantero y el trasero prestando especial atención y corrigiendo la inclinación, caída, convergencia y el ángulo del eje de traslación.
Una vez ajustados dichos valores, hay que asegurarse de que todos los componentes de la dirección y la suspensión estén correctamente. También que los neumáticos apoyen adecuadamente en el firme, rodando paralelos entre sí.
A fin de verificar que el trabajo realizado ha sido exitoso, se debe probar el vehículo en una vía lo más recta y plana posible y certificar que la circulación del mismo es totalmente recta, es decir, que el volante no tienda a desviarse hacia ningún lado.
Una correcta alineación de la dirección, garantizará una vida útil apropiada de los componentes relacionados con la misma, una mayor precisión en la dirección, una frenada regular, una distancia de frenado adecuada, y disminuirá el riesgo de aquaplaning. En definitiva, una buena alineación aumenta la seguridad en carretera. Además, todos estos aspectos contribuyen a un ahorro de combustible.
Recomendación
Es recomendable alinear la dirección después de cambiar los neumáticos siempre y cuando estos no se hayan gastado correctamente. También es recomendable medir la dirección cuando se sustituya cualquier componente relativo a la suspensión o la dirección.
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