Equilibrado de ruedas

¿Por qué es importante un buen equilibrado de las ruedas?
¿Qué le pasa exactamente a un vehículo que circula con un desequilibrio?
¿Cómo puede reconocer el conductor un desequilibrio y qué efectos debe esperar de él?
¿Cuáles son las consecuencias de desequilibrio?

El desequilibrio tiene unas claras consecuencias en el vehículo. Los efectos resultan evidentes en tres aspectos: el confort, la seguridad y el desgaste.

La influencia del desequilibrio en el confort es la más patente para el conductor. Cuando la rueda está desequilibrada, vibra todo el vehículo. En función de la importancia del desequilibrio y el modelo de vehículo, esto puede resultar más o menos evidente. Cuando se superan los 80 km/h, se nota una vibración del volante y del habitáculo. Las oscilaciones van acompañadas de un fondo sonoro monótono. La resonancia máxima aparece en el margen de los 125 km/h. A velocidades superiores, disminuyen las oscilaciones.
Sin embargo, sus consecuencias están presentes a cualquier velocidad. Lo más alarmante son sus efectos sobre la seguridad, tal como muestra los test de frenado. Si bien cuando se conduce lentamente el desequilibrio no influye sobre el recorrido de frenado, a 140 km/h un vehículo de 1.100 kg de peso empleará 6 m más de recorrido para frenar. Esto representa 2 veces la longitud del vehículo y puede resultar vital en una situación de emergencia.

A la larga, el desequilibrio acelera también el desgaste de los distintos componentes. A los 2.000 km, se produce un desgaste incuestionable de los neumáticos y se forman dientes de sierra. Además se contempla un mayor desgaste de los brazos de suspensión y los cojinetes, lo cual impone reparaciones antes de lo previsto.

El equilibrado de ruedas es vital para un funcionamiento correcto de nuestro vehículo y esto solo lo podemos garantizar con una buena equilibradora de rueda.

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