GDI son las siglas en inglés de «Inyección Directa de Gasolina» (Gasoline Direct Injection). Tal y como su propio nombre indica, funciona a través de un inyector que consigue inyectar directamente el carburante en el cilindro (como en un diésel) en lugar de hacerlo sobre la válvula de admisión, como ha venido siendo habitual en la mayoría de vehículos que hasta la fecha montaban motores de inyección multipunto.
Una de las principales claves que hacen posible la alta eficiencia de un sistema de inyección GDI radica en el flujo del aire, el cual gira en el sentido de las agujas del reloj para conseguir una mayor concentración sobre las bujías y una optimización evidente del rendimiento de la combustión. Esto se traduce en un mejor rendimiento en el proceso de combustión, lo cual significa mayor eficiencia, menor consumo y menos emisiones de los motores GDI.
El empleo de esta tecnología es una tendencia reciente en las motorizaciones, la cual se empezó a establecer en motores de gasolina hace varios años y que actualmente se traduce en motores más pequeños (fenómeno del downsizing) y ligeros que ofrecen unas prestaciones (potencia y par) dignas de antiguos motores de mayor cilindrada.
¿Son todo beneficios?
No lo son ya que, debido a las condiciones de trabajo (presión y temperatura), los motores GDI tienden a generar una acumulación prematura de carbonilla en la cabeza del pistón, cabeza de inyector y válvulas. Muchos de estos problemas son producidos por la propia ubicación del inyector y se empiezan apreciar a partir de los 10.000 km.
¿Qué consecuencias tienen estos depósitos?
Estos depósitos son malas noticias para las cabezas de los inyectores, las cuales obstruyen y hacen que el flujo del carburante no sea el óptimo. El exceso de carbonilla en el pistón produce pre-igniciones en la cámara de combustión y las válvulas acumulan rápidamente depósitos de hidrocarburos, haciendo que descienda el rendimiento y la eficiencia del motor y, por ende, aumenten los consumos y las emisiones.
¿Qué soluciones hay para este problema?
Existen diversos productos y servicios en el mercado que permiten la limpieza de la cámara de combustión, inyectores y válvulas. Al respecto, conviene no perder de vista que los intervalos de servicios deben ser cumplidos de manera estricta para poder mantener el rendimiento y la eficiencia del motor como el primer día.
BG Platinum es la nueva gama para GDI que BG Products ha desarrollado durante estos últimos años para afrontar con garantías estos problemas y minimizar estos depósitos. La gama consta de un aditivo que se mezcla con el carburante, denominado 44K Platinum y cuya nueva formulación más potente se adapta a estas condiciones de trabajo; y de una nueva vía de admisión que se instala en la posición del sensor MAP del colector de admisión, permitiéndonos inyectar el fluido específico que recorre el colector, los puertos de admisión y las válvulas.
Esta combinación del producto, que fluye con el carburante (gasolina) y el comburente (aire/admisión), produce una reacción controlada que limpia el sistema y lo mantiene en óptimas condiciones durante muchos kilómetros… hasta su próximo servicio.
Artículos relacionados