¿Todo vale?


Hace aproximadamente algo más de un año que publicaba a través de este mismo medio una reflexión acerca del nuevo entorno del sector de recambios de automoción.

En el mismo intentaba poner de manifiesto la rápida evolución que han vivido nuestros almacenes, gracias a la tecnología y a la profesionalización de los negocios. También hacía un llamamiento al sector educativo, para que tuvieran presente la necesidad de crear líneas de formación técnica para un área de negocio que requiere un grado importante de especialización.

En aquel momento todo apuntaba ya una esperanza de recuperación económica, que 12 meses después podemos confirmar que es una realidad. Lentamente, volvemos a la senda de los crecimientos de cifras, aún en un dígito (que esperamos que se mantenga al menos durante los próximos 5 años), pero que nos permite afrontar el futuro con un optimismo moderado.

El parque automovilístico español se sitúa entre los más antiguos de Europa y tanto la mejora de la situación económica de las familias respecto a los últimos años así como el apoyo que el gobierno está dando al sector permiten renovar un parque automovilístico que está entre los más antiguos de la Unión Europea.

En este entorno, es importante tener una foto clara de cómo ha evolucionado dicho parque en los últimos años, y las previsiones para los venideros. En el Congreso Nacional de Faconauto (Federación Asociaciones Concesionarios del Automóvil) del año 2013, se nos facilitaron unas cifras que a día de hoy podemos confirmar que eran muy acertadas:

previsión parque automovilístico

Un aumento de matriculaciones en el último año, que aunque ha permitido generar un parque nuevo, ni mucho menos permite hablar de renovación del parque circulante, ya que por otra parte los vehículos de 6-9 años de antigüedad ya incorporaron nuevas tecnologías y en los años de crisis han disminuido su media de kilometraje anual.

Ello nos lleva a un aumento considerable de vehículos entre 10-14 años que están circulando por nuestras carreteras y cuyos propietarios aún no se ven en la necesidad de cambio inmediato, en la mayoría de los casos porque después de la crisis la compra del coche ha pasado a un rango secundario en las necesidades de los hogares.

En este sentido, otro de los gastos directos asociados a la tenencia de un vehículo es el del mantenimiento. Aunque cualquier propietario de un vehículo es consciente de la importancia del buen estado del mismo, un estudio reciente confirma que más de la mitad de los conductores no han revisado en el último año los elementos clave en el mantenimiento y seguridad de su coche (neumáticos, amortiguadores, frenos,..). Es una falsa creencia la famosa frase “hace X años que lo tengo y sólo le he cambiado una vez el aceite..”, cuando estamos hablando de la responsabilidad que significa poner un vehículo a circular y cuyo mejor estado permite reducir significativamente los riesgos de avería y accidente.

Un informe del Grupo de Seguridad Vial y Accidentes de la Universidad de Zaragoza nos demuestra que un mantenimiento No responsable genera al conductor dos tipos de riesgos:

  • Vitales: hay una evidencia científica significativa que relaciona mayor siniestralidad a los bajos niveles de calidad en los mantenimientos
  • Económicos: existe un sobre coste en forma de gasto en averías y en mayor consumo asociado a bajos niveles de mantenimiento.

En cuanto al apartado económicos, habla por sí sólo y todos hemos vivido nuestras propias experiencias en ámbito doméstico, etc.

Aquí me gustaría hablar de la importancia de la calidad en los mantenimientos y reparaciones de cualquier tipo, si bien quiero hacer hincapié en aquellas intervenciones que impactan sobre piezas de cierta importancia en cuanto a la seguridad del vehículo: me refiero a las piezas de la carrocería, así como todo lo que refiere a dirección, estabilidad y velocidad del mismo.

En un entorno social tan sensible a la seguridad de las personas, tanto en aspectos medioambientales como de los diferentes elementos que facilitan el movimiento de las mismas, parece mentira que no se le dé la importancia que requiere a la calidad de las reparaciones en los diferentes medios de transporte.

Y concretamente, apunto a la facilidad con la que en algunos sectores se apunta a la sustitución de elementos de seguridad, en caso de siniestro, por otros elementos reutilizados o en su caso, de una dudosa procedencia o fabricación, simplemente por el hecho de ahorrar los costes de las intervenciones.

Cada vez son más las exigencias de determinadas compañías de seguros que en el proceso de reparación se incorporen piezas de este tipo, con el fin de aminorar el gasto que les significa la partida de siniestralidad, y que tan importante es para su calificación anual dentro del ranking de las mejores y más eficientes en relación calidad-precio. Eso, engañando como siempre a nuestro querido consumidor final.

Puedo dar fe de algunas de estas que incluso obligan al taller a incorporar piezas de desguace, de manera unilateral y bajo la amenaza de retirar el vehículo e incluso de no prescribir este centro reparador a futuro para sus bases de datos de clientes.

Obliga todo esto, pues, a hacer un llamamiento a todos los que estamos inmersos en esta vorágine de ahorro para que no perdamos de vista la calidad final, sea por defender el recambio original o en su caso, el equivalente. Es la única manera de garantizarnos que este parque cada vez más antiguo y que se prolongará aún a lo largo de algunos años, mantendrá un mínimo de garantías de seguridad activa y pasiva que nos permitirá a todos circular de manera más tranquila por nuestras carreteras.

Evidentemente, todo empieza por la exigencia de unos derechos que tenemos ya tan sólo por el mero hecho de ser clientes, de una marca, de un taller, de unas aseguradoras, que nos tienen que garantizar un mínimo de calidad en sus servicios.

Desde estas líneas, este año me toca hacer un llamamiento a todos los niveles, para que seamos conscientes de la importancia de la calidad en el Recambio del vehículo, y no tan sólo abrir los oídos en affaires puntuales como por ejemplo, el de los gases emitidos por los trucajes en los sensores de VW, que después de tanto ruido a nivel mediático, ha tenido y va a tener un impacto mínimo en cuanto a los daños que ha provocado tanto a nivel medioambiental como a nivel de daños co-laterales por la circulación de sus vehículos bajo este parámetro mal configurado.

Te invito a leer también este artículo sobre las ventajas de los accesorios originales: haz clic aquí para ir al artículo.

 

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