Cada vez son más los coches nuevos que se comercializan en nuestro mercado con una característica común: tienen cambios automáticos en lugar de manuales, como era tendencia en España hasta hace muy poco tiempo. De hecho, según informa Autodata, en los últimos tres años la presencia de las transmisiones automáticas se ha triplicado. Una tendencia que se ha visto consolidada en 2020, sin que la pandemia mundial tuviera demasiado efecto en la misma.
Una tendencia imparable
En 2017, solo 1 de cada 10 vehículos que se comercializaba en nuestro mercado contaba con una caja de cambios automática sin embargo ahora, solo tres años después, este porcentaje había ascendido hasta el 31% al cierre de 2020.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que por ejemplo en Estados Unidos a día de hoy solo 1 de cada 8 vehículos en venta dispone de cambio manual, hablamos de una tendencia generalizada que amenaza con imponerse todavía más en los años venideros, favorecida por, entre otros factores, la cada vez mayor difusión de los coches híbridos y eléctricos.
Todo un reto para los talleres
En el plano contrario, lo que tenemos es un coche con una mayor complejidad técnica, algo que conviene tener en cuenta. Por ejemplo, el cambio automático emplea una centralita de gestión electrónica y diversos sensores para calibrar el momento en que debe producirse el cambio. Estos sensores son:
- Sensores de velocidad de los ejes de entrada y salida.
- Sensor de posición del acelerador.
- Sensor de velocidad del eje de la turbina.
- Sensor de temperatura de la admisión.
- Sensor de temperatura del líquido refrigerante.
- Sensor del flujo del aire.
- Conector de par de apriete.
Para ellos, en Automatic Choice ofrecemos un selecto programa anual de cursos de formación que permite, a través de la teoría y la práctica, conocer al detalle el funcionamiento y particularidades de las principales cajas y sistemas de cambios automáticos del mercado automotriz actual.
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