ZF Aftermarket, aliado del taller en recambios para vehículos eléctricos

La percepción pública de los vehículos eléctricos a menudo se reduce al tren eléctrico motriz, que es fiable y requiere poco mantenimiento. Pero sus sistemas de frenos y suspensión son incluso más susceptibles a daños y desgaste que los vehículos convencionales debido a las tensiones ejercidas por el peso extra de la batería. ZF Aftermarket ofrece apoyo a los talleres con una amplia gama de recambios para vehículos eléctricos de sus marcas Lemförder, Sachs, TRW y BOGE, con importantes incorporaciones este año.

En 2020, se vendieron en Alemania casi 200.000 coches nuevos de tipo eléctrico, lo que significa que las ventas de estos vehículos aumentaron en más de un 200% en comparación con el año anterior. Una tendencia que paulatinamente irá llegando a países como el nuestro, donde la presencia de modelos electrificados es aún muy minoritaria pero cuyo crecimiento es constante. Una tendencia que solo irá a más. En consecuencia, sus propietarios visitarán cada vez más los talleres independientes en el futuro próximo.

Ante esta realidad, las empresas de reparación y mantenimiento de automóviles deben plantearse dos cuestiones: ¿Han complementado ya sus empleados la capacitación de alto voltaje necesaria para poder trabajar en estos vehículos? ¿Tienen acceso a los recambios adecuados para los vehículos eléctricos a batería? Aquí, ZF Aftermarket se quiere postular como un proveedor integral gracias a una oferta que contempla no solo su extensa cartera de recambios para vehículos eléctricos sino la formación en alto voltaje bajo la iniciativa ZF [pro]Tech.

Necesidades de mantenimiento

Aunque la tecnología de almacenamiento y transmisión de energía de prácticamente todos los coches eléctricos ha demostrado hasta ahora ser extremadamente duradera y de bajo mantenimiento, existen otros parámetros que hacen que se requiere la labor de los talleres de manera periódica.

Así, debido a la gran masa de la batería, el sistema de tracción es de 300 a 500 kilogramos más pesado que los vehículos convencionales de un tamaño comparable, ejerciendo una tensión significativamente mayor en muelles, amortiguadores y soportes. El alto par de los motores eléctricos también ejerce una mayor presión sobre las piezas de la suspensión y aumenta el desgaste de los neumáticos. Por lo tanto, los talleres deben observar de cerca todo el sistema de suspensión de estos vehículos.

En cuanto a los frenos, estos vehículos desaceleran eléctricamente en muchas situaciones de conducción, de modo que los frenos de servicio se utilizan menos. No obstante, este poco desgaste por uso tiene la contrapartida para el propietario del coche de que los discos de freno pueden corroerse y las pastillas se endurecen, dando problemas cuando se requiere su activación. Debido a que los automóviles eléctricos son muy silenciosos, los propietarios notan rápidamente cualquier traqueteo en la suspensión o frenos chirriantes que limitan la comodidad de conducción mucho más que con los vehículos de combustión de gasolina o diésel, porque el ruido del motor amortigua estos ruidos.

Una oferta de recambios en expansión

Con una amplia gama de piezas de recambio de sus marcas Lemförder (componentes de dirección y suspensión), Sachs y BOGE (amortiguadores) y TRW (frenos), la alemana apoya a los talleres en sus necesidades de reparación de la suspensión. La gama de ZF Aftermarket se extiende desde el Nissan Leaf hasta los modelos Tesla S y X. Un disco de freno especial para el Tesla Model S está disponible con la marca TRW y las pastillas de freno silenciosas de la marca TRW «Electric Blue» es adecuada para prácticamente todos los coches eléctricos del mercado europeo.

La compañía ha anunciado que próximamente expandirá aún más su cartera de automóviles eléctricos. En los próximos meses, por ejemplo, lanzará componentes de suspensión y dirección para los modelos ID.4 y ID.3 de Volkswagen, así como para el Skoda Enyaq. ZF también es un proveedor de equipos originales para los modelos eléctricos de Volkswagen.