El pasado miércoles 11 de julio, el Gobierno quiso enterrar en vida al combustible diésel. Lo hizo a través de Teresa Ribera, ministra de la reciente cartera para la Transición Ecológica.
Antes de comparecer en la Comisión para tal efecto del Congreso de los Diputados, Ribera sentenció: «el diésel tiene los días contados». «Durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida», argumentó la ministra.
Faconauto
Faconauto no ha sido la única en reaccionar, pero la patronal de concesionarios es probablemente una de las voces más autorizadas para analizar las palabras de la ministra. La valoración emitida, por supuesto, ha llegado cargada de sorpresa. La patronal considera «precipitado» que el Gobierno «sentencie públicamente» al diésel. Una tecnología que, al fin y al cabo, es usada por millones de españoles en sus vehículos. Vehículos que, recuerda Faconauto, se producen en las fábricas de nuestro país y que se venden en los concesionarios.
La patronal cree imprescindible que el Gobierno lidere ese proceso tan deseado hacia la descarbonización de la movilidad. Pero esa transición debería ser progresiva y ordenada, fruto de medidas concretas y soluciones democratizadas. Lo contrario sería poner al ciudadano entre la espada y la pared y no brindarle una alternativa real de movilidad que sin duda merece.
Faconauto también recuerda las diferencias entre el diésel de los nuevos motores Euro 6 y los motores de más edad. Y es que la tecnología y eficiencia de los primeros es altamente superior a los segundos, rindiendo mejor y contaminando muchísimo menos. En este sentido, la patronal considera que el nuevo modelo de movilidad debe pasar primero por sustituir los coches antiguos en circulación.
Anfac
También Anfac ha querido decir la suya. La Asociación Española de Fabricantes ha alertado de las graves consecuencias en empleo, industria y cambio climático que podrían acarrear los posibles vetos al diésel. La asociación recuerda que más de 40.000 empleos y 17 fábricas de automóviles en España están directamente vinculadas a la producción y venta de vehículos diésel en España.
«La incertidumbre solo puede provocar que perdamos oportunidades de nuevas adjudicaciones de modelos y con ello, que nuestra industria se debilite gravemente», afirmó el presidente de Anfac, José Vicente De Los Mozos.
La asociación resalta que esta persecución al combustible diésel se inicia cuando los motores están más avanzados tecnológicamente que nunca. Incluso con las más recientes condiciones regulatorias de medición de emisiones impuestas en Europa. Desde que entró en vigor la normativa Euro para los diésel, en 1992, los vehículos emiten hasta 100 veces menos de NOx y partículas.
También te puede interesar:
- El Think Tank de Automoción del IE Business School certificó la demonización al diésel
- Anfac cuestiona la posible subida de impuestos al combustible diésel
- ZF invirtió 100 millones de euros en electromovilidad
No hay comentarios
Escribir comentarioLo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Artículos relacionados