SAMPA Camp, un referente del I+D en el sector del Aftermarket de V.I.

El fabricante de recambios para camiones, autobuses y remolques SAMPA ofrece al mercado un portfolio de productos más de 24 categorías diferentes que incluye motor, embrague, suspensión, transmisión, habitáculo, sistemas eléctricos o frenos, entre otros. La compañía de origen turco se precia de ofrecer piezas de alta calidad y durabilidad gracias a su moderno centro de I+D SAMPA Camp. Pero, ¿por qué estas instalaciones son un referente de la posventa de automoción mundial en términos de desarrollo? Seguidamente, lo explicamos.

Sampa Camp R&D referente del I+D en el Aftermarket de vehículo industrial

SAMPA Camp (R&D) es un centro de investigación y desarrollo de 3.000 m2 puesto en marcha en el año 2013 tras una cuantiosa inversión de 15 millones de dólares y una reinversión anual del 2,5% de la facturación. Equipado con herramientas y maquinaria de alta tecnología, su estructura consta de cinco divisiones y un equipo de más de 100 personas (entre ingenieros y diseñadores) cuyo objetivo es la búsqueda constante de nuevos productos, materiales y métodos.

En la división de Tecnologías de productos, el personal técnico se asigna y especializa en grupos estratégicos de productos, mientras que las actividades de diseño y desarrollo de materiales se realizan en la división de Tecnologías de materiales. De la coordinación y la presentación de todos los proyectos realizados y presentados en SAMPA Camp se encarga Gestión de proyectos, mientras que Propiedad intelectual realiza los procesos de investigación, solicitud y registro de las patentes, marcas y diseños industriales logrados en estas instalaciones. Por último, la división de Diseño de Moldes y Equipos realiza los trabajos de diseño relacionados con los moldes, las máquinas y los proyectos de desarrollo de equipos del proveedor.

Una buena forma de medir el éxito de los proyectos que allí se realizan es la industrialización de los mismos. De hecho, la contribución de los productos desarrollados en SAMPA Camp a la facturación de la compañía aumentó desde un 3% en 2014 al 10% en 2018. Una tendencia que ha seguido al alza en los últimos ejercicios.

Un universo de pruebas de testeo

La diversidad de equipos del SAMPA Camp permite al fabricante de piezas testear sus productos bajo todos los parámetros y condiciones posibles. Su laboratorio de pruebas MTS es capaz de simular las condiciones reales meteorológicas y de circulación en carretera, garantizando una alineación precisa con las piezas originales. Gracias a ello, la empresa puede comercializar productos seguros, duraderos y de una mayor eficiencia en el consumo de combustible.

Gracias a los datos recopilados por sus clientes de todo el mundo y al uso de dispositivos de alta tecnología, puede monitorizar y perfeccionar sus productos en todas las condiciones posibles. En este sentido, la integración del big data desde los primeros compases en este centro de I+D otorga a SAMPA una importante ventaja competitiva en el Aftermarket.

Los interesados pueden consultar aquí la amplia variedad de maquinaria y dispositivos que SAMPA pone a disposición del personal del centro de I+D y que contribuyen decisivamente al éxito en el desarrollo de nuevos productos.

Codo a codo con el mundo académico

En estas instalaciones, la empresa realiza proyectos de financiación pública que son gestionados en colaboración con universidades turcas. Esto permite a SAMPA realizar investigaciones académicas en proyectos I+D que luego se transforman en productos con valor añadido. Universidades como las de Anadolu o Sabanci, así como la Universidad Técnica de Yildiz, figuran entre las colaboradoras con el proveedor de V.I. Cuando se finalizan los proyectos, los productos o métodos resultantes se convierten en solicitudes de patente, mientras que la producción científica deriva en artículos que contribuyen a la literatura científica de sus respectivos campos.

Cada año, se presentan más de 30 proyectos al Ministerio de Industria y Tecnología de Turquía. Los proyectos se evalúan y se aprueban cada año por al menos dos árbitros (examinadores técnicos de distintas universidades) asignados por el Ministerio. La evaluación se realiza sobre la capacidad técnica, la innovación y la calidad de I+D de cada proyecto.