Los vehículos necesitan corriente eléctrica para el sistema de encendido, la inyección, la unidad de control o el sistema de alumbrado. El encargado de producir esa energía es el alternador, un componente esencial que debe mantenerse siempre en perfecto estado.
En su Blog Ruta 401, Loctite nos explica cómo realizar comprobaciones en el alternador de un coche.
¿Qué es un alternador?
Cuando se habla de los elementos eléctricos del vehículo siempre se piensa en la batería como el elemento más importante. Sin embargo, el alternador es igual o más importante, ya que se encarga de generar dicha energía de forma autónoma.
Para que el sistema eléctrico funcione eficazmente es necesario que la batería, el motor de arranque y otros componentes eléctricos estén en consonancia con la potencia del alternado.
Su funcionamiento está basado en la inducción electromagnética. Cuando un conductor eléctrico se mueve cortando las líneas de fuerza de un campo magnético, se crea en una tensión eléctrica en este conductor. La corriente generada crea un exceso de picos de tensión en poco tiempo que hacen que la corriente sea demasiado pulsatoria e irregular. Por ello, y con el fin de una tensión más regular, se disponen varias bobinas conectadas en serie.
La tensión del alternador depende, en gran medida, de la velocidad de giro y de la carga. Sabiendo que un motor no siempre funciona al mismo régimen de revoluciones, conviene establecer una regulación para que los consumidores eléctricos del coche no se sobretensionen. Para ello, se instala un regulador de tensión que ajusta el valor de corriente de excitación y la magnitud del campo magnético del rotor.
Comprobaciones en taller
El primer indicio de un problema en el sistema de carga es que se encienda el piloto de batería en el cuadro. En este caso será necesario comprobar la batería y la capacidad de carga del alternador. También otros elementos, como la correa trapezoidal y las conexiones eléctricas.
En el alternador encontramos tres conexiones: la masa B-, la salida de carga B+ y la salida al cuadro de instrumentos D+. El testigo de carga del cuadro tiene dos positivos: el que viene del alternador y el borne 15 de la llave. Para una correcta revisión se deben comprobar las señales B-, B+ y D+, la tensión de la batería, la corriente de reposo, la tensión del regulador, etc.
Para verificar todas estas variables se pueden emplear diferentes métodos:
- Polímetro: sirve para realizar mediciones como la tensión de la batería, detectar fallos en la tensión de excitación que recibe el alternador al darle al contacto, o el valor de corriente que suministra.
- Equipo de diagnosis: para comprobar que los parámetros de funcionamiento son los indicados por el fabricante, o detectar algún código de error que señale al alternador.
- Banco de pruebas: mediante una correa, conectarlo a un motor de accionamiento en el que se pueden establecer las revoluciones de giro. Se deberían aplicar dos velocidades diferentes de ensayo y comprobar la corriente de carga teórica. Sin embargo, no todos los talleres disponen de estos bancos de trabajo, por lo que también se puede recurrir a otras soluciones.
Una vez se ha constatado que el alternador está defectuoso, se puede desarmar para verificar sus componentes internos y solucionar el problema. En primer lugar, se retiran las escobillas para facilitar el trabajo. Después, se debe proceder a limpiar las piezas para retirar los restos de suciedad. Una vez hecho esto, se comprueban las diferentes partes del alternador con alguno de los métodos indicados.
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