El radar que mide la contaminación existe y se pondrá a prueba en España

Los vehículos de esta ciudad española identificados como «emisores altos» recibirán una notificación para que reparen el vehículo.


Medir con radar la contaminación real que emiten los vehículos en circulación es posible y se ensayará este año en Madrid y en la localidad austríaca de Graz. En la capital española se testará con la monitorización de 700.000 vehículos y en Graz, con una flota de 150 autobuses.

La actuación, indicó la DGT, forma parte del proyecto europeo LIFE GySTRA. Liderado por el centro tecnológico vallisoletano Cartif junto a la DGT, la empresa OPUS-RSE, el Ciemat y el Ayuntamiento de Graz.

Dolores Hidalgo, responsable del proyecto, explicó que «es la primera vez que se aplicará esta política para identificar vehículos contaminantes».

radar que mide la contaminación

LIFE GySTRA, innovación a nivel mundial

Este nuevo proyecto LIFE de CARTIF propone la creación de un sistema de gestión global de emisiones. Funcionará empleando un nuevo dispositivo de teledetección adaptado a los requisitos de la UE mediante la inclusión del dióxido de nitrógeno (NO2).

Es la primera vez a nivel mundial que se aplicará la política para identificar vehículos altamente contaminantes. Además, tiene el objetivo de monitorizar la evolución de los niveles de emisiones empíricas y cuantificar el ahorro de volúmenes de emisión.

Sus principales objetivos

La puesta en marcha de una nueva política de movilidad sostenible tiene dos objetivos. Por un lado, controlar y cuantificar las emisiones reales del tráfico rodado. Por otro, crear un sistema global de emisiones para dos tipos de usuarios. Un modelo público dirigido a entidades públicas con poder legislativo para reducir hasta un 20% la contaminación del tráfico; y un modelo de flota dirigido a flotas privadas o controladas para reducir sus emisiones y el consumo de combustible.

Modelo piloto en Madrid

El modelo piloto en España se llevará a cabo en Madrid. Allí se monitorizarán 700.000 vehículos al año con dos dispositivos RSD+. Aquellos identificados como «emisores altos» recibirán una notificación para que reparen el vehículo. Si vuelve a ser identificado como emisor alto, el propietario será apercibido.

Con la reparación de este tipo de vehículos, se espera una reducción de emisiones del 14,8% (CO), 2.8% (HC) y 22,7% (NOx, NO, NO2). Con sólo reparar la mitad de ellos, se reducirían las emisiones a 16 millones de toneladas al año.

Modelo piloto en Graz (Austria)

El modelo piloto austriaco se medirá en una flota controlada de 150 autobuses. Un estudio reciente sobre los autobuses concluyó que la identificación de un 6,6% de «emisores altos» y su reparación supuso una reducción del 84% de las emisiones. Este programa de monitorización continua prevé que el ahorro en combustible sea de entre el 3 y el 5%.

 

dgt

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