Según la ley, el propietario es el cliente si éste no manifiesta lo contrario. Ahora bien, en el caso que el vehículo sea derivado por una aseguradora, ¿quién es el cliente? ¿El propietario del automóvil o la misma aseguradora?
La Ley de Contrato del Seguro especifica que es ilegal que el asegurado se enriquezca con la indemnización de un siniestro. Según Ganvam, esto da a entender que las piezas le corresponden a la aseguradora. Si llegaran a manos del propietario del vehículo, se estaría “enriqueciendo” dado que la reparación no tendría coste y recibiría recambios que podría vender en el mercado de segunda mano.
Más allá de esto, el taller debe tomar en consideración el conflicto medioambiental que supone entregar al cliente las piezas con algún tipo de residuo (aceites, filtros…). Según la normativa, es responsabilidad del taller el tratamiento de esos residuos.
La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) representa más de 6.000 empresas dedicadas al mantenimiento y reparación de vehículos.
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