La falta de infraestructuras de recarga preocupa a los proveedores del automóvil

La industria auxiliar teme que sus esfuerzos por lograr una movilidad climáticamente neutra choquen con la falta de zonas públicas de recarga.


La automoción está invirtiendo en nuevas soluciones para conseguir una movilidad libre de emisiones contaminantes, pero a los proveedores les preocupa que su inversión no se vea correspondida por un esfuerzo público equivalente que garantice una buena red de puntos de recarga de vehículos electrificados. Y es que, según los datos de la 13º edición del CLEPA Pulse Check, una encuesta bianual a proveedores de automoción realizada por McKinsey, casi todos los proveedores del automóvil (98%) temen que sus esfuerzos e inversiones se vean socavados por una infraestructura de recarga y repostaje insuficiente.

falta de infraestructuras de recarga preocupa a los proveedores del automóvil según CLEPA Pulse Check 2023

Según la investigación de McKinsey, la rápida adopción de los vehículos eléctricos requerirá una infraestructura pública de al menos 3,4 millones de puntos de recarga para 2030. Sobre la base de este objetivo, el despliegue actual de la red de recarga debe acelerarse cuatro veces entre los países de la Unión Europea para satisfacer las necesidades de los vehículos del futuro.

El secretario general de CLEPA, Benjamin Krieger, ha comentado: «Garantizar un número suficiente de puntos de recarga públicos para vehículos eléctricos y estaciones de repostaje para vehículos impulsados por hidrógeno es una condición esencial para convertir los esfuerzos actuales de la industria en una transición exitosa para Europa y nuestro clima. Tenemos que ver la ambición igualada a nivel de los Estados miembros».

No obstante, y en comparación con el mes de septiembre de 2022, cuando el sentimiento de la industria tocó fondo debido al aumento de los costes de la energía y los materiales, se ha producido una mejora significativa de las perspectivas generales de los proveedores. En febrero, el 35% de los proveedores expresó una perspectiva positiva, mientras que otro 35% indicó una perspectiva negativa. Esto marca un marcado contraste con septiembre del año pasado, cuando el 70% de los proveedores informó de una perspectiva negativa.

A pesar de que el 64% de los proveedores espera un crecimiento de los ingresos para el año 2023, las expectativas de beneficios siguen siendo sombrías. La presión de los costes y la caída de los volúmenes debido a la actual escasez de semiconductores siguen lastrando la rentabilidad del sector. Un número significativo de proveedores se enfrenta a una intensa presión sobre los márgenes, con el 67% de los encuestados indicando que su nivel de rentabilidad operativa está por debajo del 5%. De hecho, aproximadamente uno de cada cuatro proveedores está operando con pérdidas.

La capacidad de inversión a largo plazo del sector está sometida a una presión cada vez mayor y el 37% de los proveedores está reduciendo la inversión, mientras que las empresas hacen todo lo posible por mantener los presupuestos de I+D. «Aunque la industria proveedora de la automoción está avanzando hacia una movilidad climáticamente neutra, necesita apoyo e inversión públicos para garantizar que se den las condiciones propicias necesarias. Sin esto, los esfuerzos de la industria pueden verse socavados, y la transformación de la movilidad verde puede verse comprometida», concluye CLEPA.

 

clepa

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