A lo largo de la vida de un coche aparecen diferentes averías, unas más dolorosas y otras más económicas. En ocasiones son piezas pequeñas, que pueden costar lo que una caña o los 20€ de un libro, las que pueden ocasionar una avería muy grave si no se hace su pertinente mantenimiento, según Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.
El primer ejemplo de estas piezas pequeñas pero importantes en el automóvil es la arandela del tapón del cárter. Con un coste máximo de 1€, en cada cambio de aceite es necesario sustituirla. Sin embargo, si este reemplazo lo hace un particular y no un profesional y se realiza de forma errónea, puede derivar en un gran problema: desde aflojarse hasta partirse por completo, lo que supone la pérdida parcial o total del aceite. Y es que además del problema medioambiental que eso significa, se corre el riesgo de gripar el motor, una avería que puede alcanzar los 4.000€ si se utilizan piezas de segunda mano y 8.000€ si el propulsor es nuevo.
Y es que mantener la buena salud del «corazón» del coche es primordial. Por ello, si se percibe una subida inusual de la temperatura del motor es importante acudir con urgencia al taller. En muchas ocasiones, el culpable es el sensor de la temperatura, con un coste «irrisorio» de entre 15 y 20€. Sin embargo, si no se realiza el cambio de la pieza, el propulsor seguirá trabajando a altas temperaturas y, tarde o temprano, terminará rompiéndose.
Otro componente a vigilar son las bujías, siempre y cuando el coche las lleve. Con un precio medio de 10 a 20€ por unidad, no es una avería aparatosa pero, en muchos casos, es sinónimo de llamada a la grúa, ya que el vehículo no puede continuar la marcha o da tirones constantes. En función del fabricante, se recomienda su cambio entre los 50.000-90.000 kilómetros recorridos.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta (y no solo por el mantenimiento sino también por la seguridad vial) las válvulas del neumático. Los talleres de la red Euromaster siempre las sustituyen en cada cambio de gomas pero, desafortunadamente, no siempre es la tónica habitual. En caso contrario, su deterioro puede repercutir en un reventón de la rueda y, por ende, sufrir un posible accidente. Su precio unitario no supera los 2,5€, siendo de 3,5€ para las válvulas convencionales.
Por último, un elemento «olvidado» son los limpiaparabrisas. Además de ser un punto a revisar en la ITV, un mal estado de los mismos supone una situación de riesgo extremo en condiciones de lluvia o nieve. Con un coste que arranca en los 15€, es vital cambiarlos si las gomas están agrietadas o se perciben los primeros síntomas de desgaste. Y es que no hay nada más caro que tener un accidente.
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