La prueba de gases de la ITV es, a día de hoy, una de las que más preocupa a los conductores y una de las que causa mayor número de rechazos. Debido a la creciente concienciación por el cambio climático y la protección del medio ambiente, las normativas europeas de emisiones son cada vez más exigentes.
En el caso de los motores diésel, además, una de las pruebas clave para pasar la inspección es la prueba de opacidad. En esta prueba se mide la opacidad de los gases de escape mediante el uso de un opacímetro, es decir, se mide la cantidad de humos negros que emite el vehículo. Esta prueba consiste en acelerar el vehículo a fondo tres veces, para luego calcular la media de todas las mediciones.
Es muy importante saber que los límites de opacidad establecidos no son los mismos para todos los vehículos. Así, para los vehículos que ya incluyan una pegatina de opacidad en la que el fabricante define el coeficiente de absorción, el límite vendrá marcado por el mismo fabricante. Para aquellos sin pegatina de opacidad, los límites son:
- Vehículos Euro 6 y Euro VI: 0,7
- Vehículos matriculados a partir del 1 de Julio de 2008: 1,5
- Vehículos matriculados antes del 1 de Julio de 2008:
- para los diésel atmosféricos: 2.5
- para los diésel turboalimentados: 3
- Vehículos matriculados antes del 1 de enero de 1980: exentos de la prueba
Si un vehículo no supera la prueba de gases, obviamente se debe a una emisión excesiva de humos. ¿Se pueden reducir esas emisiones? Hay quien dice que basta con recorrer cierta distancia utilizando marchas cortas y con el vehículo revolucionado. Esta solución a corto plazo a menudo funciona porque, evidentemente, ayuda a eliminar la carbonilla que se haya acumulado en el sistema de escape, pero no soluciona en absoluto el verdadero problema que origina el exceso de carbonilla.
Soluciones Krafft
Desde Krafft Auto, especialistas en el cuidado del motor, recomiendan realizar un tratamiento de limpieza completo con aditivos Wynn’s de gama profesional en los casos en los que los vehículos se hayan quedado cerca del límite de emisiones en la prueba de gases. Sus productos Diesel Extreme Cleaner y Diesel Emission Reducer se aplican directamente en el depósito de combustible con un mínimo de 40 litros de gasóleo y logran limpiar los inyectores y reducir las emisiones de escape y el hollín. Por su parte, el Oil System Cleaner se añade en el depósito del lubricante antes de realizar el cambio de aceite y filtros y permite limpiar el sistema de lubricación e impedir que el aceite limpio se ensucie con la suciedad acumulada en el interior.
Para casos de emisiones más severas, la marca recomienda una limpieza de inyectores con su máquina Wynn’s MultiSERVE. Esta limpieza de inyectores de MultiSERVE, realizada con el aditivo específico Diesel System Purge aplicado directamente al motor, limpia todo el sistema de alimentación. A través de esta limpieza profunda, se consigue eliminar la carbonilla acumulada en el sistema de inyección, reduciendo las emisiones contaminantes y restableciendo una correcta pulverización de los inyectores.
Además, tras este tratamiento, la compañía aconseja limpiar el motor con su Wynn’s Oil System Cleaner, un aditivo de limpieza del sistema de lubricación. Este producto limpia la suciedad acumulada en el motor y restablece su suavidad, aumentando el confort de marcha y disminuyendo consumo y emisiones.
También te puede interesar:
- José Ángel Canalejo (Krafft Auto): «El taller deberá tener mucho más presente el problema de las emisiones»
- Sistema de lubricación: ¿por qué es tan importante un mantenimiento adecuado?
- Fallos en el funcionamiento del catalizador. ¿Cómo reconocerlos?
There are no comments
Add yoursLo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Related Articles