Después de dos años en los que la Semana Santa ha estado condicionada por la pandemia, este año se prevé que pueden producirse hasta 14,6 millones de desplazamientos de largo recorrido por las carreteras españolas. Siendo el coche uno de los medios de transporte preferidos para hacer escapadas en esta época, conviene asegurarse de que se encuentra en perfecto estado antes de emprender la ruta. En este sentido, desde la red de talleres Confortauto Hankook Masters recuerdan la importancia de llevar a cabo una puesta a punto del vehículo antes de salir al asfalto, con atención a estas nueve revisiones básicas:
- Neumáticos
En primavera son habituales los chubascos, por lo que es habitual encontrarse con el asfalto mojado en algún momento. Para prevenir el aquaplaning es importante mantener los neumáticos con la presión y la profundidad del dibujo adecuados, pues de lo contrario la unión del vehículo con la carretera será frágil. Por ello se recomienda tener en cuenta la presión recomendada por el fabricante y ser hinchados antes de emprender nuestro viaje. También es muy importante comprobar su desgaste y profundidad, que en el caso del segundo parámetro no deberá superar los 1,6 mm (límite legal establecido) y será aconsejable su cambio cuando sea inferior a los 3 mm para un máximo agarre y tracción.
- Frenos
Junto a los neumáticos, los frenos y amortiguadores completan el «Triángulo de seguridad» del vehículo. Estos tres sistemas están estrechamente relacionados entres sí, de tal manera que el mal funcionamiento de uno de ellos también afecta al rendimiento de los otros. Son los componentes que se encargan de disminuir la velocidad y detener el vehículo y por eso tienen que funcionar con precisión y con el correcto estado de todo su engranaje (pastillas, discos y líquido). Conviene tener en cuenta que el sistema de frenado es de los componentes que más uso y desgaste sufre a diario, por lo que es vital garantizar su buen mantenimiento.
- Amortiguadores
Son los responsables de mantener el neumático en contacto con el suelo, garantizando el buen funcionamiento de la suspensión. Estos suelen recibir menos atención debido a que no se ven, sin embargo, su desgaste es progresivo y necesitan revisión y sustitución; de lo contrario, los neumáticos dejan de realizar adecuadamente su función, perdiendo tracción y direccionalidad. Si se encuentran en malas condiciones, el coche no se adaptará bien al asfalto, ocasionando que los neumáticos pierdan el contacto con la carretera y provocando un desgaste prematuro o desigual del neumático así como un menor agarre.
- Batería
Es la fuente de energía del vehículo, un elemento imprescindible que se encarga de que el motor y los sistemas eléctricos funcionen. Si su estado no es el adecuado, podría comprometer la seguridad de los usuarios del coche. Es muy importante realizar un buen mantenimiento de esta pieza, puesto que los fallos en batería son la causa número uno de las averías de los vehículos en España. Para evitar que se descargue inesperadamente y de paso alargar su vida útil, conviene hacerle una revisión periódica.
- Luces
El alumbrado del coche es una de las partes más importantes, puesto que ver y ser visto es fundamental en la carretera para evitar accidentes. Por ello, se debe verificar que todos los faros se encienden (posición, cruce, carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antinieblas) y también regular su altura. Siempre que se detecte alguna irregularidad, como una bajada en la intensidad, debe consultarse a un especialista. También se debe tener en cuenta el alineado de los faros, ya que una mala alineación puede provocar deslumbramientos a los conductores que circulan en sentido contrario. Además, siempre es recomendable cambiar las luces por parejas, aunque una de ellas todavía funcione, para así evitar que la intensidad del alumbrado quede descompensado. Tampoco debe pasar por alto el correcto funcionamiento de las luces testigo en el cuadro de mandos, cuya misión es primordial puesto que son luces de advertencia que avisan cuando algún componente técnico no está bien, como el Airbag o el ABS.
- Limpiaparabrisas
Su buen funcionamiento es esencial para una buena visibilidad, algo vital para una conducción segura, y más en primavera, cuando las precipitaciones aparecen de forma repentina. Su caucho sufre desgaste ante agentes climáticos como el frío y el calor, de modo que el deterioro y la necesidad de sustitución de estos componentes será evidente cuando los «limpias» dejen franjas o restos de suciedad sobre el cristal, o si empiezan a hacer ruido al accionarlos.
- Filtros
Un mantenimiento preventivo de los filtros permitirá alargar la vida y rendimiento del vehículo, disminuir el consumo de combustible y ahorrar emisiones de CO2. Son cuatro los principales filtros del vehículo: de aceite, de aire, de combustible y de habitáculo. Es importante saber identificarlos y que cada uno de ellos esté libre de suciedad y partículas que puedan dañar al motor impidiendo que el vehículo funcione de forma apropiada. Tampoco se puede olvidar que en primavera prolifera la floración y con ella, la aparición de las alergias, de modo que sustituir o limpiar el del habitáculo es importantísimo para mantener limpio el sistema del aire acondicionado y evitar la proliferación de ácaros y bacterias.
- Líquidos
Antes de iniciar el viaje, es importante revisar sus niveles y reponerlos cuando sea necesario, ya que todos ellos cumplen una importante misión en el automóvil. Los líquidos son cinco: aceite (indispensable examinar que no hayan fugas o pérdidas de lubricante), refrigerante, líquido de frenos, limpiaparabrisas y líquido de dirección (el último sólo se debe comprobar en coches con dirección asistida hidráulica o electrohidráulica, no siento necesario en los de dirección eléctrica).
- Aire Acondicionado
No es solo un elemento de confort sino también un elemento de seguridad, puesto que un mal funcionamiento de este sistema puede afectar a las capacidades del conductor, generando fatiga, cansancio, somnolencia y/o perdida de atención. También ayuda a recuperar la visibilidad rápidamente cuando se empañan los cristales por la humedad. Por otro lado, el sistema de climatización filtra hasta un 88% del polen y otros alérgenos presentes en el aire exterior. Por ello, y para asegurar que en el habitáculo se respira un aire puro, los filtros del aire acondicionado deben mantenerse debidamente limpios. Es indispensable comprobar su estado y, en caso de detectar perdida de capacidad, fuga en el circuito o cualquier otra anomalía, pasar por el taller para su reparación y/o recarga.
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