Cada día los niveles de contaminación aumentan en nuestras ciudades y el aire se hace casi irrespirable, en parte debido a los gases despedidos por los vehículos que circulan por las calles.
En muchas poblaciones se están aplicando medidas para mejorar la calidad del aire, ya que la contaminación del mismo es una de las causas del aumento de enfermedades respiratorias y que además está estrechamente relacionada con la muerte prematura de más de 400.000 europeos al año.
Unas circunstancias alarmantes que se podrían evitar aplicando medidas como políticas para potenciar el uso de la bicicleta (a través de carriles bici o puntos de alquiler de bicicletas urbanas), el uso de vehículos eléctricos (autobuses y camiones de limpieza, por ejemplo) o la limitación del acceso de los coches a los centros de las ciudades, entre otras.
Real Driving Emissions (RDE)
Los países de la Unión Europea aprobaron en diciembre de 2016 un paquete de medidas sobre los controles de emisiones de vehículos a través del ensayo RDE (Real Driving Emissions), incorporado a la legislación sobre emisiones Euro6 y que debería ser aplicado a partir de septiembre de 2017 en las nuevas homologaciones de vehículos, pasando a ser una realidad en todos los coches en 2020.
La legislación RDE demanda motores que se puedan equilibrar bajo las condiciones establecidas, lo cual supone un desafío para el departamento de diseño y calibración de los motores, al tiempo que una oportunidad para desarrollar nuevas tecnologías y procesos.
Los límites
Los nuevos modelos no podrán superar 2’1 veces el límite vigente (168 mg NOx/km), bajando éste en enero de 2020 a 1’5 veces (120 mg NOx/km).
Para los vehículos nuevos actuales, el tope de 2’1 empezará a aplicarse en septiembre de 2019; el de 1’5, en enero de 2021. Además, se realizarán controles a los automóviles en circulación.
Esta nueva ley limita las emisiones de partículas nocivas para la salud en los coches de gasolina. De hecho, algunas marcas como Volkswagen y Mercedes ya lo están aplicando en sus nuevos modelos.
La Comisión Europea pretende que los fabricantes cumplan con los términos establecidos en cuanto a requerimientos de seguridad y emisiones, pero les ha dado libertad para decidir qué tecnología emplean en sus coches para conseguir los objetivos establecidos en la nueva legislación, con la que se actualiza el ciclo NEDC, revisado por última vez en 1997.
No obstante, la Comisión tendrá el poder de suspender, restringir o clausurar los servicios técnicos que sean demasiado permisivos en las pruebas.
Además, los datos obtenidos serán públicos y estarán disponibles para todo aquél que quiera consultarlos.
¿Supondrá un incremento de los impuestos la nueva medida WLTP?
ANFAC pide que con la llegada del WLTP no se incrementen las cargas fiscales
El 1 de septiembre se comenzará a aplicar el WLTP (Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedure) a todos los nuevos tipos de vehículos homologados en Europa, un nuevo test que sirve para medir el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
Y al año siguiente, en septiembre de 2018, este análisis se realizará a todos los coches de reciente fabricación que estén a la venta en la Unión Europea.
Los fabricantes de automóviles advierten de que los conductores no deberían sufrir un incremento en las tasas de los coches a partir de la entrada en vigor de este nuevo procedimiento.
El ensayo WLTP introduce unas condiciones de medida del consumo de combustible y de emisiones de CO2 más acordes con la realidad que la actual prueba desarrollada en el laboratorio, conocida por las iniciales NEDC (New European Driving Cycle), que proporciona una base para calcular el consumo y las emisiones de CO2 de un coche.
Actualmente 19 Estados miembros de la Unión Europea aplican impuestos a los coches basándose en los valores de CO2 de los análisis NEDC, entre ellos España.
Esto es debido a que el WLTP es más representativo que el ensayo empleado hasta ahora, el resultado obtenido para un mismo modelo será de mayor valor de CO2, si lo comparamos con sus resultados del NEDC. Por tanto, tendría implicaciones sobre las tasas.
Como las prestaciones del coche no se verán afectadas, la transición al WLTP no debería tener un impacto negativo para el consumidor en la fiscalidad soportada por los vehículos.
Según afirma Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de ANFAC:
Debemos asegurarnos de que los impuestos basados en las emisiones de CO2 no varían, teniendo en cuenta que un mismo coche tendrá mayores valores de CO2 si se mide con la prueba WLTP que con la NEDC. De no hacerse así, la llegada del nuevo método de medición podría incrementar la carga impositiva que soportan los consumidores.
¿Cómo se miden las emisiones?
El sistema portátil de medida de emisiones (PEMS) de partículas contaminantes como: óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono e hidrocarburos; en condiciones de uso real, garantiza un control de las mismas por parte de los vehículos en circulación.
Para pasar el test RDE, el vehículo deberá conducirse en distintas circunstancias y un equipo instalado en el mismo recogerá los datos para comprobar que no excede los límites.
Situaciones en las que se realiza la prueba:
- Altitud (alta y baja)
- Diferentes temperaturas a lo largo del año
- Carga adicional
- Subiendo y bajando rampas
- En ciudades (baja velocidad)
- Caminos rurales (velocidad media)
- Autopistas (alta velocidad)
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