Los meses de verano (y cada vez más también los de primavera) es el momento del año en que el sistema de aire acondicionado del vehículo trabaja más y cualquier mal funcionamiento e ineficiencia se vuelve particularmente problemática. Con el siguiente artículo que firma su especialista técnico Alfredo Quijano, el proveedor de recambios especialista en termocontrol NRF recuerda algunos sencillos consejos para un funcionamiento sin problemas del aire acondicionado.
La comprobación de este sistema incluye verificar su correcto funcionamiento y todas sus funciones y configuraciones, así como evaluar su rendimiento y capacidad de respuesta. Además, vale la pena visualizar el estado de componentes individuales que puedan haberse dañado:
- Condensador: suele estar montado justo detrás del parachoques delantero del vehículo, por lo que puede dañarse fácilmente. Además, el polvo y otros contaminantes se acumulan en las aletas del condensador, lo que provoca un deterioro de su rendimiento con el tiempo.
- Transmisión por correa: hay que prestar atención a las cavidades visibles en las ranuras de la correa, el deshilachado de sus bordes y el grado de tensión. Un síntoma adicional de desgaste es el chirrido de la correa durante el funcionamiento. También se debe echar un vistazo a las poleas. El seguimiento desigual de la correa causado por una rueda suelta o una polea guía inmovilizada no solo acortará la vida útil de la correa, sino que también puede provocar una falla grave y repentina.
- Compresor: buscar signos de posibles fugas o fugas de aceite.
- Líneas de aire acondicionado, conexiones eléctricas y similares: buscar signos visibles de fugas o daños, así como signos de corrosión.
Si no se detectan anomalías, también es conveniente realizar una prueba funcional. Esto permite evaluar fácilmente el estado real del sistema de aire acondicionado, ya que no es raro que el deterioro de su eficiencia se extienda en el tiempo y por ello no llame la atención de los usuarios del vehículo. La prueba en sí se limita a unos pocos pasos simples:
- Aparcar el coche a la sombra.
- Abrir todas las puertas y ventanas.
- Arrancar motor y mantener la velocidad a 1500-2000 rpm.
- Encender el aire acondicionado, configurar la temperatura mínima y configurar la velocidad máxima del aire.
- Iniciar el modo de aire cerrado.
- Colocar el suministro de aire hacia la cara y dejar abiertos solo los conductos de aire centrales.
- Después de cinco minutos, medir la temperatura del aire en la salida de ventilación en el centro del tablero del vehículo.
La lectura de temperatura con un sistema que funcione correctamente debe coincidir aproximadamente con los valores de la siguiente tabla:
NRF recomienda una revisión visual y funcional del sistema de aire acondicionado al menos una vez al año. El filtro de cabina del vehículo debe cambiarse con la misma frecuencia y la empresa anima a los talleres a instalar en los coches de sus clientes filtros de carbón activado, puesto que brindan una mejor protección contra los contaminantes y tienen un efecto beneficioso en la eliminación de olores desagradables.
Las actividades descritas hasta ahora corresponden a la comprobación y revisión del sistema con el objetivo de detectar posibles fallos antes de que provoquen una avería grave, por lo que no requieren conocimientos o habilidades especializadas. En cambio, la realización de un servicio de aire acondicionado sí requiere el uso de equipo y personal cualificados. Además de las comprobaciones descritas anteriormente, la cantidad real de refrigerante en el sistema debe verificarse durante el servicio porque en algunos vehículos puede parecer que el aire acondicionado funciona normalmente incluso con solo el 50% del refrigerante presente.
Esto es particularmente importante no solo desde el punto de vista del rendimiento de refrigeración, ya que el refrigerante también es responsable de hacer circular el aceite en el sistema. Como se muestra en el diagrama sobre estas líneas, sólo la mitad del volumen de aceite está en el compresor. El resto se distribuye a otros componentes y circula con el refrigerante líquido como una mezcla homogénea mientras realiza varias funciones, como brindar protección contra la corrosión. En consecuencia, la pérdida de refrigerante también significa pérdida de flujo de aceite y puede conducir a un desgaste más rápido de las piezas y también a fallos graves.
Desde NRF recomiendan usar aceites de la más alta calidad y específicamente diseñados para sistemas de aire acondicionado. La cartera de la empresa incluye aproximadamente 1.000 compresores para todo tipo de vehículos que se venden precargados con aceite premium para garantizar un funcionamiento prolongado y sin problemas.
Otra obligación de los talleres al realizar el servicio de aire acondicionado es verificar el estado del filtro secador y reemplazarlo si es necesario, puesto que la humedad es el mayor enemigo del sistema. Causa corrosión, afecta negativamente las propiedades lubricantes del aceite, degrada el rendimiento y puede causar fallas directamente. En casos extremos, el agua puede congelarse en la válvula de expansión, provocando el bloqueo del flujo de refrigerante y aceite. El vacío generado en el sistema durante el mantenimiento no solo verifica su estanqueidad, sino que también permite que el sistema evacúe el agua residual.
Aunque reemplazar el deshumidificador puede parecer un costo innecesario, especialmente porque la mayoría de ellos ahora son parte integral del condensador, puede resultar ser solo una fracción del valor de la reparación en caso de una avería grave que podría haber sido evitado fácilmente.
Dado que las secadoras son extremadamente sensibles a la forma en que se transportan y almacenan debido a la posibilidad de que entre humedad en su interior y las sature prematuramente, en NRF han desarrollado sus propios estándares. Estos se aplican tanto a los condensadores, de los cuales NRF ofrece actualmente más de 900 artículos, como a los propios deshumidificadores (otros 280 artículos) y a los compresores mencionados al principio del artículo. Al final del proceso de producción, las piezas de aire acondicionado se someten a vacío y luego se llenan con gas inerte (nitrógeno o helio). El desprecintado de dicho componente se produce justo antes de su instalación en el taller. Esto va acompañado de un silbido característico.
Con todo lo explicado, los expertos de NRF recomiendan que se realice un servicio de inspección completo del aire acondicionado al menos una vez cada dos años. Además, recuerdan utilizar el aire acondicionado en el vehículo independientemente de la temporada y las condiciones meteorológicas. Esto evitará una situación muy desfavorable cuando el sistema, que lleva varios meses frío y estancado, se vea obligado a trabajar a plena carga y máxima eficiencia de repente con el aumento de la temperatura.
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