Aunque el comienzo oficial del invierno es el 21 de diciembre, la época más fría del año llega para los vehículos cuando el termómetro baja de los ocho grados. El frío y las precipitaciones están detrás de una buena parte de los contratiempos en este periodo y, en este sentido, desde Euromaster recuerdan que el 30% de las incidencias mecánicas están relacionadas con los neumáticos.
«Es crucial un correcto mantenimiento del neumático con especial atención a la profundidad del dibujo, clave para una buena evacuación de agua. Y es que, si bien el límite legal es de 1,6 mm, la práctica nos muestra que por debajo de 4 mm esa evacuación con la calzada mojada no es todo lo correcta que debiera», recuerdan desde la especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.
En este sentido, Euromaster recuerda la importancia de optar por un neumático de invierno, es decir, con prestaciones específicas para el frío (recomendados por debajo de 8ºC), la lluvia e incluso condiciones de nieve. Así, si el conductor opta por este tipo de cubierta, deberá acudir al taller para que le sustituyan los neumáticos que ha utilizado durante el verano, con la posibilidad de que el propio negocio de reparación se los guarde hasta el año siguiente.
Otra alternativa es montar un neumático que sirva para cualquier estación y que no vea limitadas sus prestaciones. Lo tradicional aquí es el llamado neumático «all season», el cual no acaba de tener un comportamiento redondo, por lo que ya existe una nueva línea de cubiertas de verano con certificación para invierno y que los conductores poco a poco van descubriendo.
La refrigeración, una inversión barata y rentable
Otra de las incidencias mecánicas habituales en invierno está relacionada con el líquido refrigerante. En este sentido, es fundamental un correcto mantenimiento para comprobar que no haya perdido sus propiedades. De ser así, una operación que cuesta apenas 50€ puede multiplicarse hasta, como mínimo, los 1.000€ al causar una rotura del motor.
Y es que los conductores deben concienciarse de que pequeños actos pueden tener grandes consecuencias. Un buen ejemplo son los limpiaparabrisas, que deben hacer un buen barrido de las lunas cuando llueve para que la conducción sea siempre segura y cuya operación de mantenimiento oscila apenas entre los 10 y los 35€. ¿Merece la pena conducir con riesgo por descuidar un elemento tan importante en términos de seguridad y tan barato de mantener?
Otros elementos del coche a revisar con la llegada del frío son las luces, siendo crucial regular la luz delantera en una época del año donde hay menos horas de luz diurna. Y es que una luz demasiado baja puede quitar visibilidad de la calzada, o si está demasiado alta, deslumbrar al conductor que circula en sentido contrario.
Finalmente, la batería, que es una pieza que sufre con los cambios de temperatura y conviene revisarla para no tener un traspiés y quedarse «tirado» en la calzada. Máxime en el actual momento de restricciones de movilidad en muchos puntos de la geografía española, que supone menos rodaje para el coche y, por tanto, más probabilidades de que falle.
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