¿Cuándo y cómo se revisan los sistemas de dirección y suspensión?

La marca MOOG explica cuándo se hace necesario acudir al taller y qué deben comprobar los mecánicos en la inspección de ambos sistemas.


Aunque los sistemas de dirección y suspensión no son lo mismo, lo cierto es que guardan una relación muy estrecha: mientras el primero permite al conductor guiar el vehículo, el segundo lo conecta a las ruedas. Ese vínculo tan estrecho y directo es la razón por la que se habla de ellos de forma conjunta. MOOG, especialista centenaria en la fabricación de estos componentes, ha elaborado una guía de consejos sobre cuándo conviene comprobar la dirección y suspensión del vehículo, y qué aspectos deben revisarse. La marca de DRiV recuerda la idoneidad de programar revisiones periódicas de los dos sistemas, básicos para la seguridad al conducir y la comodidad de sus ocupantes.

MOOG explica cuando y como revisar los sistemas de dirección y suspensión

Hay tres ocasiones en las que los automovilistas deberían hacer que revisen sus sistemas de dirección y suspensión.

Primera ocasión

En cualquiera de los siguientes escenarios:

  • Cada 80.000 kilómetros.
  • Como parte de la revisión anual o en cualquier momento en que se esté sometiendo al coche a una revisión rutinaria y ambos sistemas sean accesibles.
  • Con el cambio de neumáticos.
  • Con la revisión o reparación de los frenos.
  • Con el cambio de aceite y filtros.

Segunda ocasión

Si el vehículo se ve implicado en un accidente en el que las ruedas delanteras o la suspensión hayan sufrido daños, deberían comprobarse los dos sistemas al completo en busca de posibles daños. De hecho, debería comprobarse si se perciben diferencias en la suspensión o dirección después de cualquier accidente, sin importancia de su gravedad y/o tipo de daños.

Tercera ocasión

Si se nota alguno de la extensa lista de síntomas que MOOG enumera a continuación:

  • Inclinaciones hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados: cuando el coche se inclina hacia delante o hacia atrás, o se mueve de un lado a otro, al moverse en distintas direcciones.
  • Tocar fondo: cuando el coche no tiene suficiente suspensión para absorber el bache sobre el que está circulando y los neumáticos golpean la parte trasera del mismo cuando se comprime la suspensión.
  • Rebotes sobre los baches: cuando el coche rebota repetidamente después de pasar por encima de un bache en la carretera.
  • Trayecto accidentado: cuando se siente cada bache de la carretera.
  • Viraje accidentado: cuando el coche hace contacto con un bache y las ruedas giran hacia la izquierda o la derecha sin que el conductor haya girado el volante.
  • Sobreviraje/subviraje: cuando la parte trasera o delantera del coche pierde tracción al girar en una curva. Esto empeora cuando las superficies de la carretera están resbaladizas.
  • Dirección/dirección asistida dura o que no parece funcionar: cuando resulta difícil girar el volante.
  • Dirección floja: lo opuesto a lo anterior, la dirección es demasiado suave y el volante gira con excesiva facilidad.
  • El coche bascula hacia un lado cuando se conduce/el coche parece «deambular» por la carretera: a menudo, esto solo es evidente cuando el problema se ha vuelto grave.
  • Sacudidas del volante: cuando el volante parece dar saltos o sacudidas a intervalos irregulares.
  • Vibración del volante: a partir de 70 km/h, el volante y el coche empiezan a vibrar.
  • Tambaleos del volante: el volante empieza a bambolearse de un lado a otro cuando se conduce a una velocidad constante.
  • Ruidos al girar en una curva: se aprecia es un ruido de golpeteos y/o chirridos.
  • Ruidos procedentes de la unidad de dirección asistida: el único síntoma que se aprecia es un sonido similar a un quejido procedente de la dirección cuando se gira el volante del todo.
  • Un ángulo más bajo: sensación de que un ángulo del coche está más bajo que los otros estando descargado y estacionado incluso en un terreno regular.

¿Qué partes de los sistemas conviene revisar?

Según los especialistas de la marca de DRiV, las revisiones anuales o bianuales de los sistemas de dirección y suspensión deben incluir:

  • Inspeccionar posibles fugas, grietas u otros daños en los amortiguadores.
  • Verificar si el vehículo rebota, se inclina hacia adelante, hacia atrás o se desvía hacia los lados.
  • Girar los neumáticos manualmente para ver si hay en ellos algún tambaleo, desequilibrio o desgaste desigual.
  • Comprobar posibles fugas procedentes de cualquier de los componentes de la dirección.
  • Asegurarse de que la tensión en la bomba de la dirección asistida sea correcta.
  • Hacer botar el coche para ver si sus amortiguadores o patas de suspensión funcionan debidamente.

DRiV en España

Los interesados en adquirir o informarse sobre los productos MOOG pueden hacerlo llamando al teléfono 810 808 444, o bien escribiendo un correo a pedidos@driv.com. También pueden visitar el portal moogparts.es, diseñado por DRiV específicamente para la gama de productos de una de sus marcas de referencia.

Además, la compañía cuenta con un nuevo Call Center (Gurus On-Call) exclusivo para clientes y talleres que comercializan productos de su cartera de marcas. Las vías de contacto son:

 

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