Los motores lineales incorporan desde hace años ejes equilibradores o árboles contrarotantes. Este sistema comprende dos ejes con contrapesos excéntricos que giran en sentidos opuestos al doble de velocidad que el motor, permitiendo eliminar las vibraciones de segundo orden que se producen en determinados momentos del funcionamiento del motor.
Las diferentes marcas de vehículos montan los ejes en distintas ubicaciones y de diferentes formas en el motor. Adicionalmente, estos ejes pueden ser accionados desde el cigüeñal a través de correas, piñones o cadenas; independientemente de su ubicación, lo seguro es que necesitan lubricación para su funcionamiento.
Todos estos cambios e incorporaciones obligan a modificar la estructura de los bloques para albergar los ejes y a realizar canalizaciones de aceite nuevas para su lubricación. Además, la incorporación de ejes, piñones y correas al motor generan pequeñas pérdidas de energía debido a la fricción entre los mecanismos de accionamiento.
Estas modificaciones, por su complejidad, pueden ser fuente de posibles averías. Y es que la propia rotura de los ejes, de la correa y de los piñones de accionamiento, así como una incorrecta lubricación, pueden provocar daños irreversibles en el motor. Por estos motivos, Reconstruidos MOBER suministra estos motores con las modificaciones debidamente realizadas para que puedan funcionar sin todos estos elementos.
Por todos los profesionales son más conocidos los inconvenientes que las ventajas, puesto que éstas son mínimamente percibidas por el usuario debido a que se producen en un momento concreto del funcionamiento. Podemos compararlo con el sistema de volante bimasa, en el que pocos son los que aprecian la suavidad de funcionamiento con respecto a un volante convencional, pero en cambio todos saben «apreciar» el coste más alto al producirse una avería.
En el caso que nos ocupa, MOBER analiza la modificación sobre un motor Nissan YD25DDTI que, dependiendo del vehículo en el que va montado, incorpora o no este sistema. Nissan se ha decantado por montar el conjunto de ejes debajo del cigüeñal y el engrase se realiza a través del bloque, mientras que el accionamiento del conjunto se realiza por medio de un piñón dentado ubicado justo delante de la cadena distribución y detrás de la polea del cigüeñal.
MOBER suministra este motor con los conductos de lubricación específicos tapados y monta un casquillo en lugar del piñón de accionamiento; este casquillo es necesario para evitar posibles desplazamientos del piñón de distribución en el funcionamiento.
Con esta operación, la especialista en producto reconstruido MOBER consigue reducir las averías en este tipo de motor y alarga su vida.
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