Melett, proveedor líder de turbocompresores y piezas de ingeniería de precisión para el automóvil, trabaja con los reparadores de turbos especializados de su red autorizada CSA para que puedan aprovechar las oportunidades de la remanufactura de turbos y así mantener el más alto conjunto de estándares de calidad. «El turbocompresor tiene un futuro brillante en un parque automovilístico diverso gracias, en gran medida, a las eficiencias que aporta. Los motores de menor cilindrada son más potentes que nunca y, gracias a los turbos, más económicos», señala.

Nuevo y remanufacturado no son lo mismo
Aunque es habitual que un turbocompresor refabricado sea sometido a un mayor escrutinio por parte de los talleres independientes que uno «nuevo» de Aftermarket, lo cierto es que los productos Melett, así como de otras empresas líderes en remanufactura, superan en muchas ocasiones la calidad de los segundos.
Y es que «refabricar» significa dejar el turbo lo más cerca posible de su estado original. Los componentes se inspeccionan con respecto a las especificaciones de Equipo Original para comprobar las tolerancias dimensionales correctas y se sustituyen los componentes desgastados. Un turbo remanufacturado debe cumplir los estándares de calidad, rendimiento y durabilidad de los fabricantes OE.
Así, un turbocompresor remanufacturado de un proveedor de garantías como Melett puede cumplir todos los requisitos en cuanto a especificaciones OE, precio, calidad técnica y rendimiento, además de tener un impacto medioambiental reducido. Por el contrario, muchos de los turbocompresores «nuevos» que se encuentran actualmente en el mercado son de bajo coste y calidad, siendo habituales sus roturas y fallos prematuros para disgusto del cliente final y perjuicio de la relación entre el taller y sus clientes.
Melett recuerda al mercado de la posventa que, al comparar un producto de alta calidad (también de tipo reman) con una alternativa de menor coste, es erróneo suponer que son piezas equivalentes basándose únicamente en su aspecto exterior. Aunque los componentes parezcan similares, los productos baratos a menudo generan fallos prematuros en los componentes cuando trabajan a partir de unas condiciones de funcionamiento consideradas extremas.
«Cada componente tiene un precio mínimo y todo lo que sea inferior a ese punto sólo se puede conseguir utilizando materias primas de menor calidad en el proceso de fabricación. Las consecuencias de utilizar componentes de menor calidad afectan a toda la cadena de suministro y a la reputación de las empresas que la integran. Para hacerlo bien a la primera, siempre, la calidad es clave», indican desde la compañía.
En un mercado de turbos que lucha contra una innecesaria carrera de precios a la baja, la apuesta de Melett es clara: promover la refabricación, la inversión y la ingeniería, generando con ello una mayor prosperidad en todo el mercado del recambio de automoción.

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