El mal estado de los neumáticos, clave en los problemas en carretera

Comprobar la presión de inflado y el dibujo de los neumáticos antes de salir de vacaciones es, sobre todo, una cuestión de seguridad. Además, puede suponer un beneficio económico por el ahorro de combustible que conlleva y porque alarga la vida de las ruedas.

Grupo Andrés calcula que la llegada del verano causará que cerca del 15% de las averías en carretera estén directamente relacionadas con el mal estado de los neumáticos. Muchos de esos problemas, recordemos, terminan en reventones y el consiguiente accidente.

Por eso, el distribuidor de neumáticos a profesionales y mayoristas nos recuerda que «una correcta presión incrementa la seguridad, el confort y la duración de los neumáticos; además, hará que se disminuya el consumo de combustible».

Correcta presión de inflado

Es fundamental revisar y ajustar las presiones antes de cada viaje. Las recomendaciones del fabricante suelen estar indicadas en la puerta delantera del vehículo o en la tapa de depósito y seguirlas es básico.

Como norma, revisar y ajustar la presión regularmente al menos una vez al mes.
Realizar las comprobaciones con los neumáticos en frío. Si está obligado a comprobar la presión en caliente, Grupo Andrés aconseja igualar la presión de los cuatro neumáticos a la del que tenga mayor presión recomendada. Repetir la comprobación cuanto antes con el vehículo en frío.
Ajustar la presión según la información facilitada por el fabricante de los neumáticos.
Comprobar también la válvula del neumático, ya que su estado contribuye a mantener la presión adecuada. Una válvula en mal estado puede causar la pérdida total del aire provocando un rodaje sin aire, rotura de la carcasa del neumático y riesgo de accidente.

Una presión incorrecta afecta a la duración de los neumáticos porque genera un desgaste irregular de las gomas. Además, se genera más riesgo para la estructura del neumático y el comportamiento del vehículo será peor.

Cuando la presión se ve afectada por elevadas temperaturas, se reduce el tiempo de frenado y se puede producir una deformación de la carcasa que acabe en reventón.