LOCTITE 243: fijador de roscas de uso general y resistencia media para aplicaciones de automoción

Permite no solo fijar los montajes roscados sino que protege frente a las vibraciones, la corrosión y la soldadura por fricción.


La mayoría de los montajes roscados, como tuercas y pernos, adolecen de un problema común: su aflojamiento como consecuencia de impactos y vibraciones. Aunque existen dispositivos mecánicos que tratan de evitar este efecto (arandelas, insertos de nylon…) lo cierto es que con el tiempo no logran seguir cumpliendo con su cometido. Conscientes de ello, LOCTITE aporta al mercado una amplia gama de adhesivos fijadores de roscas, con el LOCTITE 243 como producto estrella para el sector automoción.

LOCTITE 243 es un adhesivo fijador de roscas azul de uso general que facilita una adhesión de resistencia media. Resulta adecuado para todos los metales, incluidos aquellos con superficies pasivas, tales como acero inoxidable, aluminio y superficies galvanizadas. Su tolerancia está probada ante una ligera contaminación por aceites industriales, como puedan ser aceites de motor, aceites anticorrosivos o fluidos de corte.

En el entorno del taller mecánico, este adhesivo es ideal para tornillos del volante motor, corona del diferencial, tornillos del cigüeñal y de sujeción de tapas, tapones del drenaje, de aceite, o bombas de agua. Con LOCTITE 243, estos montajes roscados no solo quedan fijados sino que además logran una protección de alta calidad frente a las vibraciones, la corrosión y la soldadura por fricción.

¿Por qué usar fijadores de roscas?

Los montajes roscados fallan debido a la pérdida de tensión (o autoaflojamiento) de los tornillos como resultado de su exposición prolongada a vibraciones y ciclos térmicos. No obstante, dichas vibraciones o cambios de temperatura no son la causa sino el desencadenante de los aflojamientos.

La causa de que un montaje roscado acabe fallando se encuentra en que, habitualmente, entre las roscas coincidentes de la tuerca y el tornillo (metal contra metal) solo hay un 15% de contacto. El 85% restante es aire, lo que da lugar a la creación de holguras. A su vez, estas holguras permiten movimientos no deseados que desembocan en:

  • Autoaflojamiento, a menudo en 50-100 ciclos.
  • Pérdida de carga de apriete.

Usando LOCTITE 243 se rellenan las imperfecciones en las roscas, logrando eliminar las holguras entre las superficies coincidentes. Su aplicación forma fuertes cadenas poliméricas que previenen los movimientos laterales y evitan el aflojamiento de la tuerca o perno.

Mejor que los insertos de nylon

Son varios los beneficios de usar productos como el que propone LOCTITE y no insertos de nylon en las tuercas. Los repasamos:

  • Para que el inserto de nylon entre en contacto con la superficie del tornillo, se necesita un par de entrada. En este sentido, los fijadores tienen una aplicación mucho más sencilla y directa.
  • Con el tiempo, el inserto de nylon se contrae y también produce holguras; los fijadores de roscas rellenan todas las holguras y forman un plástico termoestable que no se contrae.
  • Al apretar el inserto, se puede producir soldadura por fricción; en cambio, LOCTITE 243 previene la corrosión por frotamiento.
  • Los insertos requieren disponer de un amplio inventario, mientras que el pequeño bote del fijador da respuesta a todos los tamaños de rosca.
  • Si hablamos de precio, los insertos son sensiblemente más caros que los fijadores de roscas, cuyo coste por aplicación es realmente bajo.

 

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