El año 2019 fue el mejor de la historia de Liqui Moly Iberia, con un crecimiento del 25% en la facturación y una tendencia al alza para todas las líneas de productos. Fue un ejercicio en el que, además, la compañía de origen alemán sentó las bases que garantizarán su crecimiento continuado también a lo largo de este año 2020.
«Fue un año muy positivo para Liqui Moly Iberia, cuyo crecimiento de dos dígitos muestra la fortaleza de la marca en el mercado ibérico y la capacidad que tiene para crecer cada año. Esto también demuestra que es una buena apuesta para nuestros clientes y todos nuestros socios de negocio, destacando los excelentes resultados de los talleres que trabajan con nuestros productos», explica Matthias Bleicher, director general de la filial española.
Para este año, Bleicher no tiene dudas: «El camino continuará siendo exitoso, porque no hay un solo socio comercial que no pueda crecer con nuestra marca». La fuerte apuesta por los aceites también es un objetivo para este año en el mercado ibérico, que ya se beneficia de la calidad de sus lubricantes alemanes y de todas las herramientas y el apoyo comercial, técnico y de marketing que la marca garantiza a sus socios.
Sobreponerse a las adversidades
La especialista en aceites y aditivos también mantiene su senda de crecimiento a escala internacional. El ejercicio de 2019 se cerró con una cifra de ventas récord de 569 millones de euros, un 4% superior al año anterior. «Queda demostrado que, también en condiciones adversas, seguimos teniendo éxito», afirma el director gerente, Ernst Prost, en referencia a los problemas de hace un año provocados por el nuevo software.
Este desconcertante cambio de software echó a perder las cifras para los primeros meses. La empresa fue solucionando paulatinamente dichos problemas y pudo iniciar su fase de recuperación. «Todos nos arremangamos y nos pusimos manos a la obra», recuerda Prost elogiando la actitud de su equipo. Y así, Liqui Moly fue batiendo un récord mensual tras otro en sus cifras de ventas hasta duplicar sus ventas en la última década.
Sin embargo, el difícil arranque del año pasado ha dejado su huella. La pérdida de ventas, al igual que los gastos adicionales para subsanar los problemas del software, hicieron que sus beneficios se situaran por debajo del valor alcanzado en 2018. Sin embargo, el margen de beneficios sigue siendo de dos dígitos, por lo que la salud financiera es «evidente», señala Prost. Y es que la compañía no tiene deudas y sus fondos propios son superiores al 80%.
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