Liqui Moly pasa balance a un 2018 marcado por un "crecimiento plano"

El primer año de Liqui Moly dentro del Grupo Würth ha sido un año de éxito moderado, con una curva de crecimiento plana y unas ventas de 544 millones de euros en 2018, tan sólo un 2% más que en el curso anterior.

En palabras de Ernst Prost, director gerente de liqui Moly:

Los conflictos comerciales en el plano internacional, el caluroso verano y el aumento de los costes, sobre todo el pronunciado crecimiento del precio del crudo, han enfriado significativamente el crecimiento de nuestras ventas y beneficios

Un octubre histórico

Con sus casi 54 millones de euros de volumen de ventas y un crecimiento del 34%, octubre se convirtió en el mes de mayor éxito en las seis décadas de historia de la empresa. Sin embargo, un conjunto de factores impidió que hubiese una tasa de crecimiento similar para el resto del año.

Por ejemplo, las guerras comerciales latentes en todo el mundo afectaron a los resultados del especialista alemán de aceites y aditivos. El comercio con China, por ejemplo, se redujo en más de un tercio. También el comercio con Rusia, el mercado de exportación más importante para la empresa, ha ido disminuyendo significativamente durante los últimos dos años debido a la fuerte depreciación del rublo. «Si no contáramos con presencia en 150 países de todo el mundo, los resultados en China y Rusia se dejarían sentir mucho más. De manera que las pérdidas en ventas en diversos países se compensan con nuevos mercados», explicó al respecto Salvatore Coniglio, jefe de exportación.

Mayores costes y una climatología adversa

Al mismo tiempo que se frenaba el crecimiento de las ventas, los costes aumentaron de manera sustancial para la empresa. A las inversiones presupuestadas en unos 11 millones para nuevos conceptos en la gestión de mercancías, un nuevo software y un almacén de depósitos, se le unieron los costes adicionales debido al aumento de los precios de las materias primas por un valor de seis millones de euros y también debido a la climatología: el largo período de altas temperaturas durante el verano limitaron la navegabilidad del Rin, lo que encareció el transporte de materias primas y productos industriales.

Los gastos en marketing también aumentaron. En 2017, Liqui Moly invirtió 19,8 millones de euros en la visibilidad de la marca, cifra que en 2018 aumentó en un millón más. «Lo más sonado ha sido sin duda el contrato de publicidad con los Chicago Bulls. Este equipo se encuentra entra las marcas deportivas más conocidas del mundo. Su número de fans se estima en 175 millones. En los Estados Unidos no hay ningún equipo de deporte profesional que supere esta cifra», afirmó Peter Baumann, jefe de marketing.

En el plano nacional e internacional, la calidad de la marca sigue siendo un gran motor para Liqui Moly. Sus esfuerzos en I+D garantizan que se mantenga la calidad a gran nivel, razón por la cual los gastos en este ámbito se elevaron a casi seis millones de euros. «Los lubricantes modernos son compuestos extremadamente complejos. Quien quiera mantenerse en la cima necesita la más moderna tecnología para desarrollo y control de calidad», comentó David Kaiser, responsable de este área y también de tecnología de aplicación.

Hubo otra cifra que produjo también más costes: los empleados de Liqui Moly, a quien la empresa se alegra de llamar copartícipes. En 2018 se crearon 24 nuevos puestos de trabajo y un total de 848 personas trabajan en los centros de Ulm y Saarlouis, al igual que en las sociedades en el extranjero. «Ese dinero lo gastamos con mucho gusto, porque es un placer poder crear puestos de trabajo. También los gastos adicionales por valor de un millón de euros, que genera el nuevo convenio salarial del sindicato de industria, minería, química y energía los pagamos de mil amores, porque las personas de la familia Liqui Moly bien los merecen», finalizó Ernst Prost.