La limpieza "interior" del vehículo, tan o más importante que la visible

Muchas averías que sufren los vehículos son provocadas por un mantenimiento inadecuado. Esto significa que un mayor cuidado del mismo podría ahorrar varias de esas averías y sus molestas consecuencias: pérdida de tiempo, desembolso económico…

La máxima «prevenir es curar» adquiere un mayor sentido en automoción cuando se trata de vehículos viejos. Y es que son, por motivos evidentes de tiempo y desgaste, los que más averías sufren. Pero, ¿qué piezas y/o componentes debemos tener en cuenta en el cuidado preventivo del vehículo?

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Correa de distribución

Es una de esas piezas del motor cuya sustitución a tiempo puede suponer evitarnos un disgusto mucho mayor a largo plazo. Cambiarla puede costar unos 400 euros de media, pero la reparación de los daños que provoca su rotura puede alcanzar los 3.000 euros.

Por lo tanto, es importante seguir los consejos de mantenimiento y revisión de los reparadores profesionales. Ellos ayudarán a mantener esta pieza del motor en buen estado y evitarán daños mayores. Mejor pasar por caja cuando toca, que sufrir las costosas consecuencias de haber «estirado demasiado el chicle».

Niveles de fluidos

Es importante vigilar el nivel de aceite, que debe estar siempre entre las dos marcas que aparecen en la varilla que mide el nivel. Y es que circular con aceite insuficiente es dañino para el motor y puede ocasionar graves averías, como el gripado del motor. También circular con un exceso de aceite es perjudicial para el motor y puede acarrear serias averías. La mayoría de automovilistas no lo saben ni se lo plantean, pero es así.

Es igualmente importante controlar el nivel de líquido refrigerante, que evita el sobrecalentamiento del vehículo y protege al motor frente a la corrosión y las bajas temperaturas. Circular sin líquido de refrigeración puede provocar la rotura de la junta de la culata, una avería cuyo coste de reparación es elevado.

Suciedad acumulada

Es importante proteger los vehículos de la suciedad que pueda acumularse en su interior. A la larga, esa suciedad que no se ve ni se percibe puede provocar graves problemas y averías.

Lo mejor para evitar estas suciedades es la utilización de aditivos específicos para cada tipo de vehículo. Los aditivos son productos químicos formulados para proteger al motor y disolver los depósitos de suciedad que se puedan ir acumulando en él. Además, ayudan a reducir también las emisiones causadas por el exceso de suciedad interna.

Tipos de aditivos

Existen aditivos para la limpieza de inyectores, tanto para vehículos gasolina como diésel. También para la limpieza del circuito de alimentación, o para reducir las emisiones de humos negros. Finalmente, encontramos aditivos específicos para circuitos, como el circuito de lubricación o el de refrigeración.

Los conductores tienen la posibilidad de utilizar aditivos formulados para su uso por el público general, comprando en gasolineras o tiendas especializadas. Pero también pueden confiar en el profesional del Taller para que añada aditivos de uso profesional.

En cualquier caso, lo importante es la constancia y su aplicación siguiendo las recomendaciones del fabricante. Una cosa debe quedar clara: si mimamos al coche como se merece, eso se notará a largo plazo.

Casos de suciedad extrema

La suciedad se puede acumular «en exceso» en el interior del motor, causando tirones, exceso de consumo de combustible, pérdidas de potencia y/o problemas con el DPF. En estos casos, se puede limpiar el motor del vehículo realizando tratamientos profesionales de limpieza.

La máquina MultiSERVE de Wynn’s permite este lavado a fondo mediante la «inyección» de aditivos profesionales de formulación específica directamente en las partes afectadas. Los tratamientos de MultiSERVE sólo pueden ser realizados por profesionales en talleres autorizados.