Garantía de seguridad en la frenada con los latiguillos de freno Corteco

El latiguillo de freno es un producto muy importante y necesario para la seguridad del vehículo y al que a veces no se le presta la atención que requiere. Para entender su importancia, basta pensar que su rotura provoca la falta total de potencia del sistema de frenado, con consecuencias que pueden ser muy graves e incluso letales. En este sentido, Corteco propone una gama de latiguillos de freno de más de 2.000 códigos en calidad OE o equivalente. Con ellos, el proveedor suma 12.000 aplicaciones y alcanza una cobertura del parque europeo del 92%.

A medida que envejece, el latiguillo de freno pierde su capacidad de deformación, dejando de transmitir instantáneamente la presión ejercida sobre el pedal a todo el sistema de frenado. Este es el conocido como «efecto globo», normalmente no es percibido por el conductor y tiene serias implicaciones al volante ya que prolonga la distancia de frenado, retrasa la respuesta del pedal y empeora la sensación al frenar.

El mensaje de Corteco al respecto es claro: el latiguillo de freno de repuesto debe cumplir con las especificaciones del constructor del sistema de frenado debido a que el uso de productos que no se adecuan a los estándares OE pueden generar serios problemas en términos de seguridad vial.

El fabricante realiza diariamente numerosas pruebas para garantizar un producto de calidad. Todo el sistema de producción de Corteco está certificado según las normas ISO 9001-2008. Además, para una perfecta trazabilidad del producto y cumpliendo con los más altos estándares de calidad y seguridad, todos los latiguillos de freno se fabrican de acuerdo con los requisitos DOT, FMVSS 106 y SAE J1401.

Al respecto de estos productos, el proveedor de piezas para automoción recomienda cambiarlos cada cuatro años o cada 80.000 kilómetros, y siempre junto con un cambio del líquido de frenos.