Lancar explica por qué no todos los aditivos cerámicos (o hBN) son iguales

De entre todos los aditivos cerámicos existentes, el hBN (Nitruro de Boro Hexagonal) es uno de los más utilizados para aceites en el aftermarket de automoción. Entre sus propiedades destacan: un alto soporte de temperatura, bajo coeficiente de fricción, naturaleza inerte o su color blanco (a diferencia del grafito o MoS2). Pero, ¿son todos iguales? La respuesta es que no y la especialista Lancar Lubricantes explica el porqué.

Lancar explica diferencias entre aditivos cerámicos

Aunque el hBN sea un buen componente, lo cierto es que no todos los aditivos que lo incorporan en sus formulaciones son iguales. El hBN es un aditivo sólido y, como tal, requiere de un tamaño de partícula reducido para que no interfiera en el funcionamiento normal de los filtros de aceite.

Si se utilizan aditivos sólidos con tamaños de partícula muy dispersos (o al revés, demasiado grandes), eso puede acarrear una prematura colmatación de los filtros de aceite y, por lo tanto, una caída de caudal y presión. Esas consecuencias conllevan, asimismo, la pérdida de película hidrodinámica en cojinetes y, en casos extremos, puede llevar a desgastes prematuros e incluso gripajes.

Con Lancar Dinamic, el tamaño correcto

La solución Dinamic del fabricante de paquetes de aditivos y lubricantes especiales con sede en Mutriku (País Vasco) cuenta con un aditivo hBN con un tamaño de partícula medio de <0,25µm, lo que garantiza que dichas partículas transcurran por los filtros de aceite sin generar problemas. En la siguiente gráfica se puede observar la granulometría del producto de Lancar, comparado con otros productos de la competencia en un laboratorio externo:

Estabilidad de la dispersión de los sólidos

Otro de los aspectos esenciales en los aditivos basados en sólidos es la conocida como estabilidad de la dispersión. Es muy importante que los sólidos estén presentes homogéneamente en el producto y que se mantengan estables en el tiempo, ya que de otra forma el hBN se precipita y deposita en el fondo del sistema a lubricar. Para ello, junto con el tamaño de la partícula, es esencial cuidar los dispersantes utilizados y su método de fabricación, algo que en Lancar realizan en sus propias instalaciones.