La inflación dispara la venta de recambios de desguace

2022 ha sido todo un éxito para el sector del recambio y los expertos esperan que la demanda continúe creciendo en 2023, un ejercicio que arrancará marcado por la evolución de los precios de las materias primas, los costes energéticos, las dificultades logísticas y la escasez de ventas de coche nuevo. «El escenario de inflación actual y la necesidad de reducir la factura está animando a muchos talleres a ‘tirar’ del mercado de recambios usado. Una tendencia que podría potenciarse gracias a las políticas que están implementando los países para potenciar la economía circular y que experimentará un crecimiento a doble dígito en 2023», mantiene Jan Amat, cofundador de Recomotor, quien augura buenos tiempos para la venta de recambios de desguace.

inflación sube la factura del taller y dispara la venta de recambios de desguace según datos de Recomotor

El cofundador del primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción destaca que «de hecho, son ahora las marcas del motor las que buscan hacer cambios en torno a la sostenibilidad, que está siendo una prioridad estratégica para ellas. Y es que, hoy por hoy, la economía circular ya permite recuperar hasta el 95% de las partes de un automóvil, volviéndose a emplear en la industria o destinándolas a otros fines».

En el caso de los talleres, el principal factor que hace que se decanten por los recambios usados es el precio, ya que permite abaratarlo entre el 20% y el 80%. «Los repuestos más demandados, retrovisores, chapa y alternadores son, por ejemplo, entre un 50 y un 60% más económicos», apuntan desde Recomotor.

Otro de los factores que influye el crecimiento en la demanda de los recambios usados es el estado actual del sector automovilístico español. La venta de coches de ocasión le ha ganado terreno a la de vehículos nuevos; mientras que la edad media del parque automovilístico aumenta cada año más y se ha situado en 2021 en los 13,5 años.

En este sentido, la directiva europea que pone fecha de caducidad a la comercialización de vehículos nuevos de combustión «provocará un encarecimiento de los precios del coche eléctrico y una subida en la edad media del parque automovilístico español, que a su vez generará una necesidad de piezas reutilizadas y un aumento del 30% en la demanda de recambios de desguace, siendo en 2040 cuando estas transacciones superen en número a las ventas nuevas de este tipo de vehículos», según Jan Amat.