El termostato mide y ayuda a regular la temperatura dentro del motor del automóvil y, si es necesario, activa la ECU para iluminar la señal de sobrecalentamiento en el cuadro de mandos. Además, le indica al radiador que absorba y difunda el calor del motor, llevándolo a su temperatura de funcionamiento óptima. El termostato es un componente tan pequeño como vital y necesario para el funcionamiento del vehículo, actuando como un «guardián» que regula la cantidad de refrigerante que pasa por el motor. El fabricante castellonense Industrias Dolz ha compartido una guía para reemplazar el termostato del coche, además de describir los principales síntomas que identifican una pieza defectuosa.
Síntomas de un termostato defectuoso
Es útil conocer los síntomas de un termostato defectuoso para que así el mecánico pueda repararlo o, lo que suele ser más eficaz a la larga, comprar uno de recambio. Algunos de los síntomas reveladores de un termostato defectuoso son los siguientes:
- Motor muy caliente o frío: lo primero que podría indicar su fallo es el indicador de temperatura del motor. Si hace demasiado calor o demasiado frío, es probable que el termostato no esté haciendo su trabajo correctamente y deba ser reemplazado. También podría haber un problema con el radiador o el refrigerante podría haberse agotado, por lo que se debe verificar todas las posibilidades antes de considerar cambiarlo.
- Cambio de temperatura errático: el termostato debe garantizar que el motor permanezca a su temperatura idónea. Puede hacerlo permitiendo que el líquido refrigerante entre en el bloque según la necesidad. Si el termostato no funciona correctamente, no podrá regular los niveles de temperatura del mismo modo en que lo hacía y eso provocará a la larga fallos de temperatura erráticos.
- Fugas de refrigerante: lo único que impide que el líquido refrigerante llegue al motor es el termostato. Si el resorte de la válvula del termostato está completamente cerrado, el refrigerante no podrá pasar. Cuando esto sucede, comenzará a gotear por varios lugares. Si se detecta una fuga dentro del compartimiento del motor o alguna fuga de líquido debajo del automóvil, es posible que el termostato haya fallado. Si esto sucede, será necesario proceder al reemplazo.
Reemplazo del termostato: paso a paso
A continuación, Dolz comparte una sencillas instrucciones que permitirán a los talleres acometer la reparación logrando unos excelentes resultados.
- Localizar la pieza
El termostato no se esconde debajo de varias carcasas sino que está cerca del punto donde la manguera se encuentra con el radiador. Por lo general, se ubica en la parte superior de la carcasa del radiador, lo que facilita su localización. Sin embargo, si está en la parte inferior, el operario no debe preocuparse porque el principio es el mismo.
- Colocar un recipiente en el área de trabajo
Cuando se esté trabajando en el taller, habrá fugas de refrigerante de modo que conviene tener una bandeja o recipiente con que atrapar cualquier líquido que se derrame.
- Retirar la manguera y la abrazadera
El termostato está oculto debajo de la manguera, que se sujeta con una abrazadera. Será necesario aflojar la abrazadera para que la manguera se suelte. Asegurarse de no perder ningún tornillo o abrazadera en el proceso. Luego se debe quitar la manguera para exponer el termostato. Es posible que se pierda algo de refrigerante durante el proceso, por lo que conviene tener ese balde en su lugar.
- Quitar tuercas y tornillos
El termostato se aprieta con la ayuda de unos tornillos, los cuales deben desatornillarse para liberar el termostato de sus grilletes. A continuación, se debe comparar el termostato antiguo con el nuevo adquirido y cerciorarse de que el termostato y la junta de repuesto sean compatibles con el vehículo. Dolz produce y distribuye bombas de agua, kits de distribución y termostatos para automóviles y vehículos industriales aportando al mercado más de 1.300 modelos compatibles con la mayoría de los vehículos del mercado.
- No olvidar la junta
Retirar la junta vieja y reemplazarla por la nueva. No olvidar este proceso y asegurarse de hacerlo de forma limpia. Es posible que la junta vieja haya dejado algunas impurezas, así que será necesario limpiarla antes de instalar la nueva.
- Colocar el nuevo termostato
Colocar el nuevo termostato y ajustarlo con los tornillos y tuercas anteriormente quitados. Tener en cuenta que se está recolocando todo en su ubicación original, de modo que un error podría obligar a repetir todo el proceso de nuevo.
- Volver a colocar manguera y abrazadera
La manguera vuelve a la abertura del radiador y luego a la abrazadera que la mantiene en posición. La manguera debe apretarse en su lugar o, de lo contrario, el refrigerante comenzará a caer.
- Purgar y reemplazar el refrigerante
Finalmente, reemplazar el líquido refrigerante.
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