Así está impactando el coronavirus en los fabricantes de vehículos

A pesar de su expansión mundial y de la aparición de brotes en países de diversos continentes, el coronavirus sigue siendo una amenaza sanitaria cuyo alcance se concentra principalmente en su lugar de origen: China. Este peligroso virus ha puesto en jaque el modelo de producción del país, cuyos habitantes se encuentran confinados en sus casas por un periodo indeterminado, algo que por supuesto también ha afectado al sector del automóvil.

GarantiPLUS, compañía especialista en productos de garantías mecánicas para automoción, ha analizado los efectos del coronavirus en la importación y fabricación de vehículos chinos.

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Fábricas en Wuhan y el impacto del coronavirus

A la hora de evaluar los daños del virus en nuestro sector conviene saber que Wuhan, uno de los principales focos de la epidemia, está ideada como un hub de la fabricación de coches. Y es que en esta región se encuentran muchas sociedades formadas por fabricantes occidentales y orientales.

Únicamente en esta ciudad, las marcas allí establecidas producen 1,6 millones de coches al año, el 6% de la producción industrial del país asiático. Como método de prevención, su gobierno ha cerrado la ciudad pero eso ha implicado la parada en seco de la actividad en sus plantas de producción.

Es el caso de Honda, que se ha visto obligada a cerrar tres de las plantas que tiene en Wuhan y cuya capacidad es de unos 600.000 vehículos anuales. Además, la marca ha decidido posponer la reapetura de sus fábricas de motos fuera de la ciudad. Entre los modelos afectados, se encuentran los populares Civic y CR-V.

Por su parte, Toyota no cuenta con fábricas en las zonas de mayor riesgo de China pero eso no la ha impedido tomar la drástica decisión de cerrar cuatro de las plantas con las que cuenta en el país. Como medida de RSC, especialmente notoria en las compañías asiáticas, la marca donará 1,3 millones de euros para paliar los gastos que supone a la población comprar ropa protectora contra el virus.

Finalmente, Renault también ha optado por cerrar la actividad de sus plantas chinas. Su producción anual allí, estimada en unos 150.000 coches, ha sufrido un duro revés con el cierre de unas instalaciones en las que se fabrican modelos como los Kadjar, Koleos y Captur.