GT Motive no cesa en su labor de apoyo a los talleres que desean transformarse y/o evolucionar hacia un modelo de negocio mejor gestionado, más eficiente y con mayor rentabilidad. Por eso, ofrece un repaso exhaustivo a todos aquellos aspectos que conviene tener en cuenta para lograr un taller eficiente y más ecológico, ofreciendo pautas y consejos que no suponen ninguna quimera ni dispendio económico sino más bien lo contrario, pequeñas acciones y detalles que a veces no se realizan por falta de organización o previsión y que, de hacerse, pueden aportar mejoras muy significativas.
A continuación, os dejamos con dichos consejos, que GT Motive se ha encargado de catalogar según su temática o parámetros. ¡Tomad buena nota!
Climatización
Un elemento esencial que garantiza el confort, la conservación de materiales y útiles, además de influir en la productividad.
Sistemas de climatización con temperatura regulable.
Utilizar la climatización únicamente en caso de ser necesario.
Evitar la colocación de obstáculos entre el climatizador y el personal para garantizar un funcionamiento óptimo.
Reaprovechar el calor emitido a la atmósfera por las máquinas de frío industrial, pudiendo aplicarlo al ACS, climatización u otros usos susceptibles como intercambiadores de calor para la producción de agua caliente.
Evitar la utilización de mangueras para refrescar determinadas áreas.
Sistemas de ahorro de agua
El consumo de agua puede ser elevado en el taller debido a los diferentes usos: mantenimiento, limpieza, lavados, procesos de pintado… Adoptar medidas de ahorro contribuirá a la reducción del consumo, y por tanto de la factura, además de ayudar a preservar el medioambiente.
Utilizar dispositivos limitadores de presión, temporizadores y/o difusores.
Emplear absorbentes en lugar de agua para la limpieza de derrames de: aceites, líquido de frenos…etc
Revisar la instalación para detectar y evitar fugas o averías. A tal efecto, así como para detectar las áreas de mayor consumo, es recomendable la instalación de contadores por zonas.
Realizar, si es posible, la limpieza en seco de las instalaciones (barrido, aspiración…etc).
Optimización de las instalaciones
El pilar base de ahorro energético son las instalaciones, ya que unas instalaciones inadecuadas (en materiales, maquinaria o diseño) incrementarán el consumo y requerirán de mayores medidas complementarias.
Estudiar la posibilidad de utilizar equipos ecológicos que con el tiempo, debido a su bajo consumo eléctrico compense su coste inicial.
Vigilar y controlar las fugas de vapor o de aire comprimido.
Velar por un buen mantenimiento de la maquinara para que pueda funcionar a pleno rendimiento.
Mejorar el aislamiento mediante las puertas y ventanas, permitiendo mejorar la climatización.
Alumbrado
Establecer medidas de ahorro que permitan reducir el consumo garantizando la seguridad y la creación de una atmósfera adecuada.
Utilizar tubos fluorescentes con balasto electrónico en lugar de balasto tradicional. Esto permitirá regular la intensidad de la lámpara según las necesidades y mejorar la eficiencia de la lámpara. Como la inversión de estos sistemas suele ser más elevada, es recomendable aplicar esta tecnología en las luminarias con un alto número de horas en funcionamiento.
Aprovechar la luz diurna. Un diseño adecuado de las instalaciones ayudará a incrementar este aprovechamiento.
Evitar el apagado y encendido frecuente de los tubos fluorescentes.
Instalar sistemas de control y regulación del alumbrado (sistemas de control de tiempo, sistemas de control de ocupación, sistemas de aprovechamiento de la luz diurna, sistemas de gestión de la iluminación).
Limpiar con regularidad los sistemas de iluminación, de manera que mejorará su rendimiento.
Tecnologías
El avance de las tecnologías, tanto en equipos más eficientes como en software y nuevas herramientas contribuye a aumentar la eficiencia energética y organizativa del taller.
La introducción de la tecnología en las diferentes áreas de la empresa, permite ganar eficiencia, disminuyendo el consumo y el derroche de recursos. Por otra parte, los equipos de alta eficiencia o la tecnología avanzada ayudan a reducir el número de mantenimientos y actualizaciones necesarias en un equipo obsoleto, así como su ineficiencia energética.
Motores eléctricos de alta eficiencia energética
A la hora de diseñar un taller, el proyectista debería considerar el rendimiento energético de los recursos, proponiendo soluciones que se adapten a los procesos del taller, no solo económicamente sino eficientemente.
Utilizar motores eléctricos de alto rendimiento y tamaño adecuado.
Almacenamiento y consumo
El establecimiento de los correctos procesos de almacenamiento y consumo ayudan a ganar eficiencia organizativa y a ahorrar costes.
Vigilar las condiciones de temperatura y ventilación en el almacén, así como evitar las inclemencias del tiempo para evitar que se deterioren los productos.
Seguir las instrucciones de almacenamiento de cada producto, prestando especial atención a los productos peligrosos y a guardar la distancia reglamentaria de aquellos materiales que sean incompatibles.
Prestar atención a la dosificación recomendada por el fabricante en la utilización de los productos.
Emisiones y vertidos
Las emisiones y vertidos, además de suponer una fuente de contaminación, también contribuyen a aumentar el gasto. Observar medidas para la correcta gestión y reducción de los vertidos contribuirá a ganar en eficiencia y sostenibilidad.
Reducir las emisiones de humos y partículas mediante el empleo de los filtros y equipos adecuados.
Evitar los derrames en el suelo de residuos líquidos generados en las diferentes reparaciones, así como de los fluidos de motor.
Realizar un mantenimiento preventivo de las instalaciones y equipos.
Materiales
La elección de los materiales contribuye, no solamente al cuidado del medioambiente, sino también al consumo eficiente.
Evitar, siempre que sea posible, los materiales que contengan elementos tóxicos o peligrosos como pueden ser el amianto o el plomo.
Priorizar la utilización de productos menos agresivos con el medioambiente: detergentes biodegradables (sin fosfatos ni cloro), limpiadores no corrosivos, desengrasantes sin CFC,…).
Optar por la elección de materiales ecológicos con certificaciones que ofrezcan garantía de un menor impacto negativo en el medioambiente.
Ayudas y legislación
Dado el impacto positivo que el ahorro energético y la buena gestión de los recursos tiene para la sociedad, especialmente en sectores como el del taller donde se manipulan residuos peligrosos, existe una legislación específica que afecta a la actividad. Además, existen organismos públicos que cuentan con iniciativas y ayudas para fomentar la eficiencia energética.
Prestar atención a las convocatorias de ayudas para la eficiencia energética que permitirán subvencionar la implementación de medidas y sistemas de ahorro.
Existe una amplia diversidad normativa de aplicación para el taller como la que atañe a: aguas, atmósfera, ruido y residuos, entre otra de aplicación.
¿Cómo ayuda GT Motive a realizar este proceso?
Su portal ‘Más Cerca’ para talleres clientes facilita la gestión del taller y el conocimiento de las principales áreas que afectan a su gestión ambiental. ¿Cómo? A través de diferentes artículos de valor, así como de autoevaluaciones que ayudan al taller a conocer el punto de partida y establecer pautas para la mejora.
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