Descubriendo el Metaverso con Grupo Vagindauto: ¿qué nos ofrece?

Tras una primera aproximación al concepto de Metaverso y el repaso de las distintas plataformas de acceso a esta nueva realidad, Grupo Vagindauto comparte ahora con los lectores de MotorOK una nueva tribuna de reflexión para dar a conocer esta tecnología, con motivo del lanzamiento en las próximas semanas por parte de la empresa de la primera Universidad de automoción en el Metaverso. En esta ocasión, Xavi Bosch, gerente de la compañía, nos explica qué ofrece exactamente el Metaverso y su valor económico actual y futuro.

Grupo Vagindauto explica posibilidades del Metaverso y estimaciones económicas

El Metaverso se describe como un entorno virtual simulado que también está conectado a tierra o es paralelo a la realidad. Ofrece una experiencia tridimensional que permite «experimentar» un área virtual utilizando realidad virtual (RV) o bien realidad aumentada (RA). En pocas palabras, se trata de un mundo digital repleto de posibilidades, una nueva frontera centrada en las experiencias virtuales donde se puede lograr todo lo que se puede concebir. En este espacio se puede hacer mucho más que explorar, por ejemplo, construir varios ecosistemas e incluso comerciar con activos digitales o monedas. Muchos profesionales del sector sostienen que este concepto se suele utilizar erróneamente como sinónimo de realidad virtual, siendo ese sólo un elemento menor dentro de su gran abanico de posibilidades.

Las cifras que genera el panorama actual del Metaverso son:

Según un análisis de Grayscale, podría generar ingresos por valor de un billón de dólares anuales, además de los 800.000 millones de dólares previstos anteriormente.
Según las mismas predicciones, se expandirá hasta convertirse en un mercado de 400.000 millones de dólares en el mundo del juego para 2025. En 2020, se estimaba que tenía un valor aproximado de 180.000 millones de dólares.
Se espera que el mercado mundial de la realidad aumentada (RA), la realidad virtual (RV) y la realidad mixta (RM) crezca hasta cerca de los 300.000 millones en 2024.
Asimismo, se espera que el sector europeo de la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) alcance los 20.900 millones de dólares en 2025, frente a los 2.800 millones de 2021.

¿Qué ofrece el Metaverso?

Esta red de experiencias interconectadas e interoperables puede proporcionar el próximo gran salto evolutivo de Internet, o puede fracasar por completo. Todavía es pronto, y empresas como Meta (ex Facebook) sólo están empezando a sentar las bases y a desarrollar los conceptos iniciales de una idea con un potencial enorme que las tecnologías futuras puedan llegar a convertir en realidad. Por ello, actualmente es más una noción o un lienzo en blanco, que una realidad con la que poderse relacionar.

Según la visión de Meta, de Mark Zuckerberg, el Metaverso ofrecerá tantas opciones como el mundo real, incluida la posibilidad de crear nuestras propias empresas. Sería realizable, por ejemplo, recorrer las calles de una ciudad virtual y tener la capacidad de comunicarse con los avatares virtuales de otras personas. También probarse ropa virtual, conducir automóviles o vivir en casas de ese mundo paralelo. Todo ello, a través de una economía propia que podría basarse en una moneda virtual o en dinero real ganado mediante las interacciones proporcionadas.

También podrá utilizarse con fines prácticos, como las reuniones de trabajo, pero con la ventaja de que el encuentro se desarrollará en un despacho virtual y los integrantes de la sesión solo verán los avatares de los demás. En otras palabras, adiós al «tengo Zoom en dos minutos y aún no estoy presentable» o «tengo que buscarle otro sitio a la cámara porque no me gusta el fondo de ahora».

Por último, y en busca de algo más humano, permitirá a las personas relacionarnos con otras personas que estén físicamente lejos de una manera más realista, utilizando ojos y movimientos virtuales, que serán replicados por los sensores del casco de realidad virtual que llevemos puesto en la vida real. Así, podremos comunicarnos y movernos por mundos virtuales independientemente de dónde nos conectemos.