El sector debe dotar de un marco jurídico transparente y justo a los concesionarios para que éstos sigan invirtiendo y creando puestos de trabajo. Así lo manifestó el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, en el transcurso de su XXVIII Congreso y Expo que se ha celebrado esta semana en Ifema (Madrid).
En su discurso de inauguración y ante 1.500 profesionales de la autmoción, Pérez indicó que este año es clave para el futuro de la distribución y reparación de vehículos. Y es que estamos en un momento de fuerte cambio en el que es urgente establecer un marco de seguridad jurídica que permita alcanzar los objetivos marcados para los próximos dos años: una apuesta por la inversión local y regional, la capacitación digital y la descarbonización.
En palabras de Gerardo Pérez:
El sector no puede esperar más. Hay que buscar en el próximo semestre un equilibrio regulatorio en las relaciones comerciales entre marcas y concesionarios que vele por el adecuado funcionamiento de la competencia
El máximo responsable de la patronal de los concesionarios recordó que los concesionarios ya están inmersos en un proceso de potentes inversiones que se incrementarán en un 8,5% en los próximos dos años, hasta los 2.000 millones de euros. Esta inversión permitiría crear unos 21.000 puestos de trabajo hasta 2022.
Al respecto, Pérez lamentó que España sea de los pocos países que no contempla en su ordenamiento jurídico una solución razonable y equilibrada que mitigue el efecto de contratos de distribución en muchos casos descompensados a favor de una de las partes. «Hoy existe un limbo jurídico en lo que se refiere a los contratos suscritos entre marcas de automoción y sus distribuidores, y esto hace que el desequilibrio entre partes sea excepcional en nuestro país comparado con los países de nuestro entorno», recalcó Pérez Giménez.
El peso del sector
Los concesionarios facturaron el año pasado 46.240 millones de euros, de los que 34.467 correspondieron a la venta de coches nuevos, 6.810 a la de usados y 4.963 a los trabajos de posventa. Con esta cifra de negocio, el sector representa ya el 3,2% del PIB nacional y emplea de manera directa a 162.234 personas y a más de 500.000 de manera indirecta.
Durante el congreso, la patronal adelantó sus expectativas de comportamiento del mercado, que va a estar muy mediatizado por el envejecimiento del parque. Faconauto predice que la antigüedad de los coches alcanzará los 13,7 años de media en 2025 (12,5 actuales), lo que obligaría a poner en marcha un plan ambicioso de saneamiento del parque que no excluya ninguna tecnología.
«El parque va a seguir envejeciendo de aquí a 2025, por lo que no podemos permitirnos el lujo de desechar ninguna tecnología para renovarlo, teniendo como horizonte, claro está, la descarbonización de la movilidad», insistió Pérez. Y es que la apuesta por todas las tecnologías permitiría que cualquier ciudadano pueda acceder a esa movilidad más segura y eficiente, independientemente de su nivel de renta.
Respecto a las matriculaciones, la demanda de coches nuevos habría tocado un techo en 2018 (1.535.944 turismos y vehículos comerciales) que se mantendrá en 2019, para decrecer posteriormente y alcanzar la línea de tendencia normal (unos 1.471.848 de vehículos) en 2025. Por su parte, las transacciones de vehículos usados seguirán creciendo en los próximos años hasta rozar los tres millones de unidades.
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