La plataforma de información técnica Garage Gurus (DRiV) publica un nuevo artículo técnico en el que explica cómo diagnosticar los ocho problemas de los amortiguadores y las columnas de suspensión más comunes, que pueden dar lugar a quejas de los clientes y reclamaciones de la garantía. El contenido que a continuación replicamos analiza por qué aparecen estos fallos, sus principales efectos en el rendimiento de la suspensión y la forma de evitarlos en el futuro.
Apriete excesivo de la tuerca superior de la comuna de suspensión
Una queja habitual de los clientes se debe al par de apriete incorrecto de la tuerca superior de la columna de suspensión. Esta tuerca mantiene unidos el puntal, el kit de montaje superior y el muelle. La tuerca superior debe instalarse correctamente y apretarse con un par de apriete muy específico, que en la mayoría de los casos oscila entre 41 nm y 68 nm, muy por debajo del par de apriete generado por una llave dinamométrica neumática. Si la tuerca superior de la columna de suspensión se aprieta demasiado, podría partirse, haciendo que todo el conjunto de la columna de suspensión se suelte y caiga. Si esto ocurre en la carretera, puede provocar un accidente grave. Por eso es importante que, durante el proceso de montaje, todos los tornillos y tuercas se aprieten con una llave dinamométrica según las especificaciones recomendadas por el fabricante.
Durante la localización de averías, asegúrate de inspeccionar las superficies de la tuerca superior, ya que las pistolas de impacto suelen dejar señales reveladoras. Un apriete excesivo suele provocar la rotura del vástago en un ángulo agudo, mientras que las vibraciones inducidas por las pistolas de impacto también pueden aflojar la tuerca de la válvula de pistón ubicada al otro lado del vástago. Los fallos de este tipo podrían no considerarse como una reclamación de la garantía, ya que no están relacionados con un problema de fabricación.
Uso de herramientas inadecuadas y procedimientos incorrectos
Otro problema común causado por herramientas y procedimientos incorrectos es el daño a las roscas del vástago. Esto ocurre durante el montaje si la tuerca superior se coloca incorrectamente sobre la rosca del vástago y luego se aprieta con una pistola neumática. Esto dañará la rosca. Además, si las arandelas del kit de montaje superior se instalan en el orden incorrecto, podrían aflojarse y golpear la parte inferior de la parte roscada del vástago. Además de crear ruido, esto suele provocar daños en la rosca o en el propio vástago. Como es probable que estos problemas hayan surgido debido a una instalación incorrecta, no se considerarían como reclamaciones de la garantía.
Uso de herramientas inadecuadas para sujetar el vástago de la columna de suspensión mientras se aprieta la tuerca superior
Un tipo común de fallo se produce cuando un instalador utiliza unos alicates para sujetar el vástago del pistón de la columna de suspensión con el fin de evitar que éste rote mientras aprieta la tuerca superior. Esto provoca un daño muy característico en la superficie cromada del vástago del pistón, apareciendo marcas a ambos lados del vástago correspondientes al lugar donde presionaban los alicates. Una vez comprimido el amortiguador, la zona dañada del vástago atraviesa el retén de aceite de la columna de suspensión, arañándolo y provocando fugas de aceite y gas. Este problema puede evitarse fácilmente con el uso de herramientas adecuadas para sujetar el vástago en su sitio, mientras se aprieta la tuerca superior con el par de apriete adecuado. Por este motivo, este tipo de avería probablemente no se consideraría como una reclamación válida de la garantía.
Amortiguadores y columnas de suspensión no sustituidos por pares en un eje
Los amortiguadores y las columnas de suspensión se consideran elementos de desgaste y, en un uso típico, se someten a más de 2.200 ciclos de compresión-extensión por kilómetro. Después de 80.000 kilómetros, el amortiguador ha soportado más de 176 millones de ciclos. Este desgaste inevitable afecta al rendimiento de las distintas piezas internas de diferentes maneras. El aceite pierde viscosidad, lo que hace que los movimientos de compresión y extensión sean más rápidos y estén peor controlados. La banda antifricción entre el pistón y las paredes de la cámara de trabajo se desgasta, dejando pasar cierta cantidad de aceite a través del hueco, ablandando el amortiguador y reduciendo el control. Si solo se sustituye un amortiguador de un eje, uno será más rígido que el otro, y la nueva unidad se sobrecargará rápidamente al intentar controlar todos los esfuerzos de rebote y compresión de la suspensión. La nueva unidad se dañará rápidamente, perdiendo aceite y gas a través del retén superior, a menudo al sobrecalentarse. Por esta razón, se recomienda siempre sustituir los amortiguadores y las columnas de suspensión por parejas, como mínimo por eje y, en el caso de las columnas de suspensión, montarlas siempre en conjunto con nuevos kits de protección (cubre polvos con limitador de carrera en compresión) y kits de montaje superior (o kits de copelas superiores). Como resultado, cualquier fallo causado por la sustitución de una única unidad no puede considerarse un defecto de fabricación.
Funcionamiento incorrecto de la suspensión
Los kits de montaje superiores (o copelas) están sometidos a un gran desgaste y constan de dos partes fundamentales: un elemento de goma y un cojinete de rodadura que facilita la rotación de las ruedas al girar. Con el tiempo, estos elementos se desgastan y deben sustituirse para garantizar el correcto funcionamiento de la suspensión y del sistema de frenado. Si están en mal estado, pueden provocar un accidente grave, sobre todo si el volante no retorna automáticamente a la posición central después de tomar una curva. Como el elemento de goma se endurece con el tiempo, se pueden experimentar vibraciones y ruidos, especialmente al sustituir las columnas de suspensión por unidades nuevas, ya que, al ser más duras, estas vibraciones se hacen mucho más evidentes.
Su vida útil en condiciones normales de conducción es de aproximadamente 80.000 kilómetros, en consonancia con la de los amortiguadores y columnas de suspensión. Por lo tanto, Monroe recomienda que siempre que se sustituyan las columnas de suspensión, se monten al mismo tiempo nuevos kits de montaje superiores. En la gama Monroe, todos los kits de montaje superiores tienen números de referencia que empiezan por las letras MK («Mounting Kit»).
Kit de protección antiguo reequipado con amortiguador nuevo
Los kits de protección Monroe constan de dos partes esenciales. La primera, el limitador de carrera en compresión, que está hecho de una espuma de poliuretano de alta densidad con una forma cónica que se vuelve más dura cuanto más se comprime la unidad. Colocado en la parte superior del vástago de la columna de suspensión, su principal cometido es limitar el balanceo lateral al girar y el cabeceo de la carrocería del coche al frenar, acelerar o pasar por obstáculos en la carretera como baches limitadores de velocidad.
Hay dos diseños principales del limitador de carrera en compresión:
Algunos vehículos utilizan un limitador de carrera en compresión ubicado en la parte inferior del kit de montaje superior. En este caso, el diámetro interno del limitador de carrera en compresión será mucho mayor que el diámetro del vástago del amortiguador. Algunos instaladores piensan que esto es una indicación de que la pieza es incorrecta, pero no lo es.
En la mayoría de los vehículos este elemento cubre firmemente el vástago del amortiguador. A medida que envejece, el poliuretano de alta densidad se vuelve poroso y el diámetro interno del agujero por donde pasa el vástago del amortiguador aumenta debido al desgaste, aflojando el ajuste sobre la varilla. En el interior, debido a la holgura, pueden acumularse partículas abrasivas, agua o sales, lo que puede dañar el revestimiento de cromo del vástago y provocar fugas de aceite. Además, el asfalto moderno se fabrica a menudo con neumáticos reciclados que contienen fósforo. Durante el calor del verano, las pequeñas partículas de asfalto se transfieren al vástago del amortiguador, creando cristales de fosfato de cromo, una sustancia muy dura con bordes afilados que daña aún más la junta de la varilla.
Normalmente, en una berlina la carrera vertical del amortiguador es de unos 4-5 cm, pero a medida que se degrada el tope de compresión puede aumentar hasta los 12 cm. Esto puede provocar movimientos excesivos no deseados en la carrocería e incluso un mayor desgaste en otras partes de la suspensión, como los muelles y las rótulas, lo que a su vez se traduce en un control deficiente de la dirección y una reducción de las prestaciones de frenado.
El segundo elemento clave del kit de protección Monroe es el guardapolvo. Fabricado normalmente en caucho de alta resistencia, tiene la importante misión de proteger el vástago del amortiguador del contacto con partículas abrasivas como barro, sal, asfalto, agua y polvo que podrían dañar irreversiblemente la superficie cromada y provocar el fallo del amortiguador. Merece la pena inspeccionar regularmente el estado de cada amortiguador pasando un dedo por la superficie de la varilla, ya que cualquier rebaba o arañazo será fácil de detectar.
Cualquier imperfección en la superficie del vástago puede dañar el retén de aceite del amortiguador haciendo que el aceite y el gas salgan de la unidad inutilizándola, especialmente si el amortiguador está presurizado. La vida útil de los kits de protección puede variar mucho en función del clima y del uso que se haga del vehículo, pero como norma basada en más de 100 años de experiencia Monroe recomienda sustituirlos a los 80.000 kilómetros y siempre cuando se cambien las columnas de suspensión. En la gama Monroe, todas las referencias de los Kit de Protección empiezan por las letras PK («Protection Kit») y cada una contiene un juego para dos amortiguadores.
Posición incorrecta del limitador de carrera en compresión durante la instalación del kit de protección
La posición del limitador de carrera en compresión del kit de protección es muy importante. Un error común durante la instalación es tirar del limitador hacia la parte inferior de la columna de suspensión para tener acceso al vástago cuando se intenta apretar la tuerca superior. Sin embargo, esto hace que el limitador impida el movimiento adecuado de la suspensión y crea una conducción extremadamente dura. La instalación correcta implica simplemente mover el limitador de carrera en compresión a la parte superior del vástago, dejando alrededor de un centímetro de distancia a la superficie inferior del kit de montaje.
Un lado del cuerpo del amortiguador presenta daños en la pintura
Si un amortiguador aparece arañado y con la pintura raspada en un lado de la carcasa, lo más probable es que se deba a una mala alineación del amortiguador durante la instalación. Suele ocurrir cuando se aprietan los soportes del amortiguador mientras el coche está elevado en un elevador de dos columnas con las ruedas colgando libremente y los amortiguadores totalmente extendidos. El elemento de goma del buje actúa como un muelle y está diseñado para deformarse elásticamente durante la marcha en un ángulo máximo de 45º en cada dirección. Si se aprietan y fijan los anclajes de tipo buje con la suspensión totalmente extendida, al bajar el coche al suelo los bujes de goma girarán más de 45º. Una vez que el conductor suba al coche, la carga adicional agravará aún más el problema, y el amortiguador quedará generalmente bloqueado. Puede incluso experimentar una fuerza excesiva, forzándolo a adoptar una forma parabólica, y esto provocará normalmente que la parte trasera del coche se eleve con respecto a la delantera y que la sensación sea de extrema dureza de la suspensión, debido al bloqueo del movimiento de los amortiguadores. Si se detecta este problema, puede corregirse aflojando las fijaciones del amortiguador con el coche en el suelo, presionando un poco el parachoques trasero en su parte central hacia abajo (unos 4 cm) para simular el peso de un ocupante de 80 kilos en el asiento del conductor y volviendo a apretar a los pares de apriete recomendados.
La forma ideal de apretar finalmente los soportes del amortiguador es hacerlo bajo carga con el coche en el suelo y con una persona dentro. Si el acceso a las fijaciones en esta posición es difícil, es posible ajustar y marcar en el cuerpo del amortiguador con un rotulador la distancia entre los dos centros de dos bujes del amortiguador, de acuerdo con las instrucciones de instalación. Con la pieza sobre la mesa, dibujar con un rotulador una línea en la carcasa alineada con el borde del cubre polvos metálico. Instalar el amortiguador en el coche y apretar las fijaciones a mano. Por último, levantar el eje con un gato hidráulico para alinear el borde del cubre polvos metálico con la marca realizada anteriormente y apretar las fijaciones con el par de apriete recomendado.
Estas unidades están diseñadas para utilizar este casquillo asimétrico para mantener el amortiguador funcionando en su posición correcta. Si el amortiguador se instala con una orientación incorrecta del casquillo asimétrico, puede producirse el mismo problema que el descrito anteriormente. En este caso, el amortiguador experimenta una fuerza lateral que provoca la deformación del vástago en forma parabólica, produciendo atascos y fugas de gas y aceite. Este problema también puede producirse si las ruedas no están correctamente alineadas después de haber sustituido los amortiguadores. Ambos problemas se deben a una instalación incorrecta y, por lo tanto, no pueden considerarse como una reclamación válida de la garantía.
Esta web utiliza cookies técnicas, de personalización y análisis, propias y de terceros, para facilitarle la navegación de forma anónima y analizar estadísticas del uso de la web. Consideramos que si continúa navegando acepta su uso. Obtener más información
Artículos relacionados