Características y funciones de las alfombrillas del coche

Las alfombrillas actúan a modo de lámina protectora del suelo del coche, recogiendo la suciedad que sus ocupantes traigan del exterior.


Las alfombrillas del coche constituyen una parte indispensable en el habitáculo de nuestros vehículos. Se trata de una superficie cuya principal misión es proteger el suelo de los coches de la suciedad que podamos traer del exterior. Además, dan calidez y pueden ser un elemento más de adorno mediante el empleo de alfombrillas personalizadas.

alfombrillas coche

Pero ¿cuál es su función exacta? Principalmente, las alfombrillas actúan a modo de lámina protectora del suelo del coche, recogiendo toda aquella suciedad que sus ocupantes puedan traer del exterior adherida en sus zapatos. Y no solo la exterior, sino que las alfombrillas también recogen todos esos restos de comida y/o pelos de animales que puedan caerse al suelo durante un trayecto.

Además, las alfombrillas son la base sobre la cual el conductor y el resto de ocupantes descansan sus pies. Por eso, otra de sus funciones es proveer de un buen agarre y evitar posibles deslizamientos del calzado, especialmente el del conductor, para mayor seguridad durante la conducción.

En cuanto a su composición, estos accesorios suelen estar fabricados en goma o poliuretano, precisamente para cumplir con los objetivos descritos anteriormente, así como para aislar a la propia alfombrilla de la humedad y la suciedad.

Si nos referimos a sus características, las alfombrillas se presentan en distintos tamaños y modelos, en concordancia con los espacios dispuestos para su ubicación en los distintos modelos y categorías de vehículos existentes en el mercado. Su condición de artículo independiente facilita sobremanera el montaje y desmontaje para su limpieza, un proceso que se deberá realizar de forma periódica para que las alfombrillas estén siempre como el primer día y sigan cumpliendo con su cometido.

A la hora de limpiarlas, las técnicas más habituales son el uso del aspirador y la sacudida. Se trata de dos acciones complementarias, pues lo aconsejable es emplear primero el aspirador para aquella suciedad más suelta y superficial, y luego la sacudida contra una estructura para acabar con aquellos restos más pegados a las alfombrillas.

Si la suciedad se plasma en forma de restos líquidos, lo aconsejable será recurrir a una máquina lava-alfombrillas. Y es que existen máquinas, como la del especialista Istobal, que permiten la introducción de la alfombrilla por una ranura a través de la cual no solo se pasan rodillos de cepillado y secado sino que ofrecen la aplicación de desinfectantes anti-bacterias químicos.

 

motorok

También te puede interesar:

 



There are no comments

Add yours