Principales conclusiones del foro «Los retos del coche eléctrico» de PRISA

El evento abordó distintos aspectos clave cuya gestión y desarrollo resultarán cruciales para el avance del vehículo eléctrico en España.


A principios del mes de julio se celebró en Madrid el foro «Los retos del coche eléctrico», organizado por el grupo PRISA y enmarcado dentro de su ciclo de eventos #eCoche dedicado al futuro de la movilidad. El objetivo era claro: analizar el avance del vehículo eléctrico en el mercado español, qué lo está frenando y qué implica su progresiva democratización para el resto de actores del sector.

foro Los retos del coche eléctrico de PRISA

El objetivo para los fabricantes, relatan desde ‘El País’ al hacerse eco del evento, es aumentar la producción de eléctricos para reducir los costes hasta el punto de igualarlos a los de los vehículos con motor térmico. Y es que la mera competencia y las economías de escala han hecho que dicho equilibrio esté previsto para dentro de unos cinco años.

Una situación a la que, no obstante, no se va a poder llegar si antes no se logra reducir el precio de las baterías, que actualmente supone la mitad del coste del vehículo. «La escalabilidad es factible, pero para ello tendríamos que abrir muchas fábricas de baterías. Todos hemos anunciado la electrificación en uno o dos años, pero no toda la industria puede seguir ese ritmo», explicó Antonio Ruiz, presidente y consejero delegado de Jaguar Land Rover España.

Actualmente, la producción de baterías se concentra mayoritariamente en China, aunque también en Japón y Corea del Sur. Esto obliga a la industria europea a aliarse con los fabricantes asiáticos. «Hemos establecido un marco de colaboración con la industria china, pero a largo plazo buscaremos desarrollar nuestra propia tecnología en el marco de la Alianza Europea de Baterías, para no renunciar a tener la autonomía para decidir el sector que queremos», explicó por su parte la ministra de Industria, Reyes Maroto.

Inversiones clave

La adaptación a una nueva movilidad y al cada vez mayor protagonismo del coche eléctrico va a involucrar a muchos sectores de la automoción en este país, no solo las fábricas de automóviles. Hablamos de las empresas que aprovisionan a las plantas de fabricantes con algunos de los componentes y piezas de sus vehículos, así como de los concesionarios y sus talleres, que deberán actualizarse para poder servicio a esta nueva tecnología.

«Un vehículo eléctrico requiere mucho menos mantenimiento. No hay cambios de aceite, de baterías, estas pequeñas cosas de las que viven los talleres pequeños. Y si vemos cualquier pueblo, entre talleres, gasolineras, gestorías, concesionarios, el peso del automóvil es importantísimo. Y si todo eso desaparece, hay que pensar en las alternativas», subrayó Ricardo Conesa, profesor de IE University y presidente del Automotive Club IE.

¿Y las infraestructuras para garantizar el correcto servicio y abastecimiento de un parque donde el protagonismo del coche eléctrico se eleve en los próximos años? «Para 2023 o 2025 estaríamos pillados, pero para 2030, sin problema alguno», garantizó el consejero delegado de Endesa, José Bogas. «Según nuestro plan, en 2023 habrá un punto de recarga a una distancia máxima de 100 kilómetros en los 15.000 kilómetros de la red principal», aseguró.

«De los 22 millones de vehículos que hay en España, solo nueve tienen un garaje. Los demás tendrían que recargar en la calle o en electrolineras», explicó por su parte Antonio Gómez Expósito, catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Sevilla, mostrando dos barriadas de la capital andaluza. Y es que ese es otro de los grandes (y principales) problemas del coche eléctrico: la falta de puntos de recarga y la realidad de una mayoría ciudadana que es totalmente opuesta a la de las casas unifamiliares con aparcamiento particular que acostumbran a presentar en la publicidad las marcas de automoción.

Conesa recordó la distinta visión que la juventud actual tiene respecto la de antaño en cuanto a poseer un vehículo y a la pretendida libertad que el automóvil ofrece. Una percepción que ya impulsa y seguirá impulsando nuevas formulaciones de movilidad, como la de tipo compartido. «Muchos queremos seguir teniendo la independencia que representa tener un coche», dijo Conesa, «pero no vamos a usarlo de la misma manera que se utilizaba antes».

 

el país

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